Siguiendo mi hoja de ruta, tras largas búsquedas de oportunidades para nuevas observaciones, de rastreos inoportunos y de esperanzas ciegas, tuvo que ser el bosquecillo alóctono que tienen las Islas Cíes –en una zona de vigorosos eucaliptus- quien me mostrase otra ejemplar alternativa de “brotes verdes”.
Esta vez, los brotes crecen vecinos con la bandera que el Parlamento Europeo concede a las playas que mantienen una atención y limpieza esmerada. Pues allí mismo, bajo la imperiosa protección de «lo eco«, aparecía la segunda muestra agosteña de los brotes de buena esperanza. Me acerqué a ellos, quizá también atraído por su olor medicinal y saturados de ambientes, y rodeados, como veis, de troncos que fueron sanos y poderosos. A éstos brotes sí se les apreciaba futuro cierto recuperador; incluso no molestaba la hipótesis de que, una vez dejados todos los brotes crecer, podríanse luego podar los débiles, los desviados y los pocosalientes.
Ajustando la observación a las necesidades de lo que deberá ser la “Nueva Economía”, lo primero que se me antojaba entonces es que la “Nueva Economía” estaba obligada a convivir con la “Vieja Ecología” bajo el manto del protectorado europeo y con principios importados e implantados desde el exterior, lo mismo desde las antípodas. O a lo mejor hay que comenzar a hablar de una “Nueva Ecología”; ésta ha de ser radicalmente desobediente de los principios y frutos incluso de las ramas nuevas de la Vieja Economía.
Lo que sucede es que no he encontrado mucha idea productiva de lo que debería ser eso de la “Nueva Economía” y desconfío largo de lo que, por simpleza o por puro oportunismo, se adhiere a «lo nuevo»: lo viejo sigue siendo preservar para ser austero y desconfiar de mucha cosa atada al progreso. (Je,je,… hay toda vía montón de gente que cree que eso del progreso es sólo cosa de izquierdas)
Total, que ahora se me agosta el verano, y no teniendo muestras más valiosas que las descritas, deberé esperar al equinoccio primaveral, que allí surgen los renovados brotes y lo mismo me encuentro más valiente para claridades y menos dotado para insinuaciones. A no ser que indaguemos en lo que sucede en el hemisferio sur, que allí se están preparando para la primavera. A no ser que nos organicemos para renovarnos en brotes.
Goyo
17-ago-09