Este señor que muestra de forma tan legible su mano izquierda se llama Alan Greenspan y según su ocupación conocida y salario desconocido, sabe la trama y la urdimbre de la crisis que dicen que acaba de instalarse. Atendiendo a su apellido, no podemos concedernos mucha seguridad: «green» se asocia a lo verde y «span» a la envergadura, al palmo de la mano. Y siendo así tan clara la huella predictora, ¿hay alguien por ahí que se atreva a leerle la mano a ver qué nos depara el futuro? Goyo15-oct-08 

Lo malo del maligno cibernético radica en que es raro el día que no tropiezas con el ingenio, lo agudo, lo creativo, … lo envidiable. O bien porque indagas en la red o bien porque otros te mastican las indagaciones y entonces sólo tienes que digerirlas, el caso es que te encuentras con sensaciones de que este mundo puede marchar mejor que lo que definen las cortes economicistas.

Por declararme seguidor empedernido de ideas, de cualquier idea que fomente el despertar, la curiosidad, el buen rollito, la repulsa a la violencia,… me encuentro con ejemplos que considero modélicos. Siguiendo a Buenagente, me conduce a un dibujante “sub-realista” que descubre el subsuelo de lo real. Es una explotación muy acertada, que da inmensidad de juegos al dibujo y que no sé dónde cifrar el origen.

Podría aventurar que Burguitos disfruta con El Bosco.

Algo lúcido se mueve por Valencia.

Este es Burguitos  

Goyo

11-oct-08 

Los desplomes se producen -con mayor precisión- cuando previamente el muro se construye inclinado; los albañiles saben mucho de eso, aunque a los promotores les importa poco. De tal forma se derrumba lo construido que, cuanto mayor altura alcanza la pared, con mayores ganas y estruendos se viene abajo. No es una imagen explicativa, es la obediencia a una ley física.

Al desplome ocasionado por los ladrillos mal puestos -y encima, caros- se suma el empujón de los números que nadie reconoce dominar. La Economía está cada vez más alejada del raciocinio, más apartada de la ciencia; la Economía es ya una tumoración lógica que deja aún menos hueco que los espacios que la Ciencia permite a Dios… por eso no la entiende ni Él.

Debemos encontrar el refugio de ese grupo esotérico que sabe construir crisis a medida; quizá tengan sus raíces en bancos, partidos políticos, empresas, periódicos,…lo mismo está incrustada en una haima del Magreb que en una casita de la Costa Azul.

¿Hacia dónde caen las crisis?. ¿No era la misma la riqueza mundial que había en el mes de julio que la que debería haber ahora?, ¿hacia dónde se ha ido el diferencial?

El emperador, su banqueroo Függer, el perro mastín, la moza, el capitán, el cardenal,… ¿quién falta?

Goyo

10-oct-08 

Hace tan solo un ratito que reflexionaba sobre la influencia de la Red en la Religión, o viceversa. Hoy, la prensa de mi región hace relucir otra vez el asunto, con una noticia y con un modo más rotundo: dice Benedicto XVI que “Los pueblos ateos serán castigados por Dios”. Y por lo que puede leerse, los chinos no deben tenerlo claro, pues su gobierno ha impedido que los prelados católicos de su país asistan la maratoniana cita que se celebrará hasta el 26 del presente mes.

Y es que en la red no existe posibilidad de fe; o es “1” o es “0”, por tanto no puede admitir otra cosa que lo binario. Y todo lo que se escriba, dibuje, hable o cante, es eso: “unos” y “ceros” dispuestos -a veces- diabólicamente. Y si no hay fe,…es imposible ser teísta.

Me parece que las pasiones ya no están para las razones, o viceversa. Además, como muestran las fotos, ya lo rojo no es rojo.

Goyo

06-oct-08

Me parece indudable la necesidad humana de la trascendencia, por eso nacen y se alimentan las religiones. Algunas veces al día me acucia la necesidad de comunicarme con “eso”; casualmente, “eso” me responde de vez en cuando y de variada manera. Esto es para mí como una oración con respuesta.

Por otras partes, y según otras personas, los dioses siguen muy ocupados y no responden. En ocasiones, cuando las sacerdotisas o los chamanes dicen que la deidad dice, ésta lo suele hacer tronante, con la catástrofe por mensaje o dotando a sus seguidores de altísima incomprensión. De ahí la fe.

Reflexionando, estoy seguro que si la Red sigue asegurando la trascendencia, las religiones tendrán poca faena.

Ergo, no debiera extrañarnos que aparezcan y crezcan los intentos de considerar a Santa Internet: diabólica, perniciosa y aspirante a la pira.

Goyo

03-oct-08