Ojo con la dislexia

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Hoy comienza bien el día. Me encuentro en la calle con el padre de un alumno que tuve hace tres años; el mozalbete suspendía casi todas las asignaturas al comenzar quinto de Primaria, terminó el curso con tropezones, comenzó sexto animoso, terminó su estancia con alegre normalidad y ahora, me comenta el padre que de todos los exámenes que ha realizado en 1º de ESO no ha suspendido ninguno.

 

Quizá sirve de mucho ser agnóstico de la cosa disléxica.

 

Felicidades muchacho por tu apostasía psicológica, aunque yo tenga parte de culpa.

 

Goyo

24-nov-08

 

 

Elafilaó

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Quedan muy pocos. Y menos, con este aire de saber decidido. Pese a su edad ha optado ya por el oficio que llena de música viva las calles de los pueblos. Las notas escaladas de las flautas de los afiladores han vuelto a escucharse.

 

Me lo encontré esta mañana de sábado, en mi pueblo, y lo he recibido como una bendición de inolvidables recuerdos. Se llama Alejandro, vive en Cáceres, en una de las calles con nombre bello: Avenida de la Bondad.

 

¿No debiera subvencionarse este paisanaje?

 

Bueno, pues que sea Cáceres la capital europea en el 2.016.

 

Goyo

22-nov-08

Desarrollo ruralita y Declaración de Mérida

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 Al desarrollo denominado urbano, que ustedes mismos habrán podido observar a qué destinos sociales conduce, parece que le sigue el desarrollo rural. 

Mientras tanto, ocurren cosas tan importantes y seguidas, que el sosiego no alimenta ni a los ciudadanos ni a los gobernantes. No sabemos a qué atender con nítida decisión; por eso me doy una vuelta por la semana pasada y revuelvo los registros que la sociedad extremeña produjo tras el encuentro que a mí me parecía quebrantador de la molicie y del mismo ajetreo: ¿Qué vamos a hacer con los pueblos?

La solución se dice que está en un documento denominado “Declaración de Mérida” firmado por España y Portugal el día 14 de noviembre en la capital autonómica extremeña. La llamada Declaración de Mérida, tiene un texto de «consenso y compromiso» fruto del intercambio de experiencias y políticas que, durante tres días, se ha llevado a cabo en el marco del Congreso Ibérico de Desarrollo Rural Sostenible, clausurado hace justamente una semana.

Lo que a mí me extraña, es que tan magna y delicada necesidad no haya levantado más aplausos que aquellos que habrán fabricado los asistentes a la hora de inaugurar o clausurar el evento: unos trescientos expertos que habrán dicho muchas más cosas que las que presenta la prensa. ¿ Alguno habrá dicho que la voracidad urbana fabrica a la perfección un ruralismo insostenible ? ¿Con qué personal se van a llenar los PGOU de los grandes núcleos urbanos extremeños ? ¿Cuántos pueblecitos están condenados a desaparecer para engordar a los gordos? ¿ Qué sanciones administrativas y políticas están previstas para castigar la codicia urbanística de las ciudades ? ¿No tiene suficiente crisis lo rural?

Hubo en otros tiempos otra “Declaración de Mérida” -lamentablemente casi olvidada por tirios y troyanos- aquella que anunciaba que las visiones autónomas provocaban ceguera nacional y que la paz no es solo silencio de armas; parece que atajar ese vicio tampoco interesa ahora. Tampoco interesa ahora abrazarse con Portugal. Tampoco interesa ahora torcer los diseños económicos hacia el campo, si no es para avasallarlo con escombros que surgen de construcciones que provocan cada vez más ruina global, diversa y acentuada.

¿Cuántas veces nos deben demostrar que mucho de lo que hacemos se ejercita limpia y decididamente contra el desconocido Informe Brundtland (1987, hace 30 añitos, oiga)

¿Cuántas veces hay que decir que la expresión «desarrollo sostenible» arrastra una falacia interna?

¿Cuánto rural está dispuesto a tragarse este urbano?

No importa demasiado,… sólo uno de cada tres españoles lee en blogs y éste lo lee poquita gente.

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Goyo

21-nov-08 

 

 

 

Ya no hace falta que me castiguen

 

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Me he resistido bastante por la sencilla o complicada razón que se asienta sobre mi principio de que es bueno no querer molestar a nadie; pero la gente de la proximidad me venía insistiendo para que incluyera mi RSS, para que se sindicasen, para que las amiguetas y amiguetes recibieran de manera autománica las variaciones a que someto este blog.

Yo sigo pensando que esa orden libre puede ir cargada de empacho. Allá ustedes, vosotras, vosotros,… Ya he colgado mi nueva oferta.

Cuando os apetezca, me borráis de la lista.

 

Goyo

20-nov-08

 

Bellotas de Buenos Aires.

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Al principio no quería, pero no ha tenido más remedio que obedecer: César ha tenido que ir a Argentina a llevarle unas bellotas a Sebastián Lorenzo. Las bellotas son de encina y de alcornoque, ambos árboles de la familia “quercus” y con fruto-semilla tan semejantes que a simple vista no existen diferencias. Yo, cuidadosamente, introduje unas en una bolsita y las otras en otra bolsita, las cerré y las diferencié con una pegatina que decía “encina” y con otra pegatina que decía “alcornoque”. Dentro iba un folleto explicativo y una cartita “para cualquier persona sensible”.

Y me twitea Sebastián demandando el proceder para que germinen las bellotas; y eso es lo que viene a continuación: 

 

  1. Se puede optar por sembrarla primero en maceta para después trasplantarla definitivamente al suelo o -mejor aún- procurar suelo donde crecerá definitivamente.

  2. El principal problema argentino de estas fechas es la proximidad de la estación del verano austral. Procúrese que la plantita, si germina, no sea expuesta a los rigores del verano. No requiere cuantiosa humedad, ni tampoco tierra selectivamente fértil.

  3. Para acelerar la germinación, podemos rociar con unas gotitas de agua el interior de una bolsita de plástico, cerrarla con una bellota dentro, sin sellarla herméticamente (debemos asegurar cierta transpiración) y esperar a que aparezca la raíz (cuatro o cinco días). Cuando aparezca la raíz y tenga más de un centímetro, es el momento para pasarla a la maceta provisional o al suelo definitivo. Repito, no enterrarla excesivamente. En su estado natural, la bellota cae sobre el suelo, enraiza y crece sin necesidad de taparla.

  4. En cualquier caso, tapar la bellota con no más de dos centímetros de tierra, es suficiente profundidad, regar para que la tierra se compacte y no abusar del riego sobre la maceta o sobre la tierra donde crece.

  5. Si brota en maceta, (de unos cinco litros de capacidad) podemos guardar la planta durante dos años. Al paso de ese tiempo deberemos proceder al trasplante definitivo o sobre otra maceta de mayor capacidad. Por eso es importante elegir una maceta tronconónica, que permita el cambio con la menor agresión radicular posible. Los “quercus” son especies arbóreas extremadamente sensibles al trasplante. Ha de hacerse el ambiente muy húmedo, (si es posible, cuando esté lloviendo) en invierno (es decir, en los meses argentinos de julio o agosto) pero nunca provocar encharcamiento.

  6. El crecimiento es excesivamente lento; algo más rápido en el caso del alcornoque.

  7. La madera de la encina es extraordinariamente dura, sirvió de siempre para acompañar al trabajo y a la herramienta rústica. Su combustión es muy energética y los manjares del horno de madera de encina es uno de los sellos de prestigio de la comida mediterránea.

  8. La corteza del alcornoque es el corcho, esencia de la preservación del vino. Una botella cerrada con tapón de origen plástico, es como una hamburguesa que se cuela en un churrasco pampero.

  9. Son los árboles “pobres” de nuestra tierra; bueno “pobres” para la gente pobre de espíritu y cultura, de esa gente que rebosa ignorancia.

  10. O sea, Sebastián, que si la Naturaleza nos ayuda, tus nietos tendrán y disfrutarán de un árbol histórico.

  11. Que sea por ell@s.

 Goyo

18-nov-08 

Menú de fin de semana.

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Patatasorigen americanofritasintegración mediterráneacon salsa árabeno necesita aclaraciónacompañando al “pulpo a lo pobre”así van los océanos tambiénguarnecido con judías anda que la Jerusalén está como para nativitas -.

 

 

El postre es flan chino, el café «arábica robusta» del Sudán y el chupito es de vodka.

No caigan en la perversidad, esto no es para los participantes del G-20.

 

 

La foto me la ha facilitado mi compadre Antonio Peña.

Goyo

17-nov-08 

 

La teoría del pantallazo: Versión "Web Candela"

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Toda aquella información que haya de obtenerse alterando el campo de enfoque visual, provoca una pérdida de captación/asimilación directamente proporcional al campo visual modificado

Digamos que esta sería la hipótesis de partida.

 

Parece poco discutible que todo lo que se presente ante un golpe visual único tiende a ser mejor y más fácilmente asimilado. Comodidad, comprensión y facilidad de memorización son las características ventajosas del formato info-comunicativo, con campo visual único, dirigido a los aprendizajes.

Luego, frente a una pantalla de ordenador, cuanto más debas mover las guías laterales de arriba a abajo y/o inferiores de izquierda a derecha, más difícilmente la información se traslada a tu cerebro. Y además, tiene menor calidad de aprehensión lo que tu cerebro retiene.

Percibo cada vez con mayor frecuencia el diseño de webs y blogs que a juicio y decisión de sus autores requieren ensanchar y/o alargar la información porque la pantalla se le queda chica. ¿Qué nueva condición de tratamiento de pantalla requeriría entonces esta teoría? Reflexionemos primero sobre la base.

De ordinario, en la pantalla de un ordenador tipo, se ha optado por un esquema de exposición definida por un rectángulo de proporciones aproximadas a la relación 3/2: tres unidades de ancho por dos unidades de alto. Incluso en los nuevos formatos de equipos televisivos, se acentúa aún más el predominio de lo horizontal sobre lo vertical. Es nos puede llevar a pensar que estamos gradualmente alterando las preferencias del formato en el que apetecemos adquirir información cuando no depende del movimiento de nuestras manos -cuando no cogemos, palpamos, agarramos,… el soporte expositivo- mientras que si tenemos opción de manipulación, persiste la preferencia del formato con mayor dimensión vertical que horizontal, aunque no se llegue a la proporción 3/2. Ahora lo voy a escribir un poquito más claro: si la fuente informativa se maneja con las manos, se prefiere el rectángulo con predominio vertical; por el contrario, si la fuente aparece estática frente a nosotros, nos parece más cómoda y atractiva la forma rectangular con predominio de la dimensión horizontal. Por eso seguiremos acariciando los papeles de los libros y de los diarios.

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Admitiendo que no tenemos otra oferta diferente al rectángulo como elemento básico, y que es incómodo trasladarse lateralmente en búsqueda de la información complementaria, habilitemos parte del rectángulo para que nos facilite otro rectángulo -otra pantalla- con la información completa de lo que se incita o anuncia en la zona inferior de la pantalla. Esta zona inferior, la base del triángulo, debe constituir el nuevo “hábito buscador” para más información complementaria, aclaratoria o vinculante.

Así, ya sea la web de un diario, de una empresa o de un blog, deberíamos instalarnos en la costumbre de facilitar de un vistazo tanto la información básica, como la amplitud de opciones de seguimiento o de otras alternativas. Sin olvidar de que cada pantalla debe a su vez facilitar el retorno, el desvío o el vínculo que nos interese apuntar sin necesidad de “hacer correr” para cualquiera de los lados el conjunto informativo.

Debe quedar también claro que no se aboga con esta teoría por la desaparición de los controles laterales e inferiores de pantalla, sino que sugiere que nos esforcemos por facilitar “píldoras informativas” más que muros interminables de opciones.

 

Ya está dicho, ahora lo que hay que hacer es mejorarlo.

 

Goyo

13-nov-08 

 

Siembra una bellota de estas encinas

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Son las viejas encinas que visten, cada vez con decoro más desvencijado, algunos escasos suelos del término municipal de mi pueblo.

Este es un año pobre de frutos, he necesitado más de media hora para recoger unas cincuenta bellotas maduras, sanas aunque pequeñas, para llevarlas a mis buenas amistades e invitarles a que siembren un par de ellas y traten de acompañarlas durante los primeros años de vida. Después, sabrá cada uno resolver dónde la depositarán definitivamente; claro que ello no impide sembrarla ya directamente en el campo y esperar no más de un mes. Este año es rico en voluntades.

 

También he pensado en Argentina, que ya en su Córdoba crecen tres encinas que fueron sembradas hace cuatro años, con bellotas enviadas a la asociación extremeña de allá. Ojalá que también en Buenos Aires, a pesar de la proximidad del verano, arraiguen otras nuevas y crezcan protegidas. Allí irán si a César el embajador le queda un rinconcito en la maleta: unas poquitas de alcornoque y otras poquitas de encina.

Siembra una bellota, aunque nunca tengas la oportunidad de dormir la siesta bajo esa encina, aunque nunca tengas que aprender cómo se hace el turrón del pobre.

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