No me digas que otra vez Montfragüe.

 

 

 

 

 

 

Otra vez Montfragüe azuzando penas. Me entristece que el mal entendimiento arraigue con tanta precisión. Me lamento que una joya natural promueva tanto zarpulllido. Me acuerdo de Don Emilio. Escribí un cuento sobre una anécdota de mi hijo con el Arroyo Barbaón. Muchos domingos locos nos sentábamos en la fuentecilla donde nace Peña Falcón. Sólo éramos seis. De cerca, el verde es más color que el rojo o el azul. Ya sé menos.

 

Los tiempos acumulan noticias inesperadas; ya no estoy al buen tanto de lo que se cuece en Montfragüe. Una de las últimas veces me pareció sereno a pesar de tanta personalidad importante. No obstante ya me dieron lo que ahora siento como primer aviso: esto ya no es lo que parece, “han venido dispuestos a repartirse esos millones de euros que dice la ministra que van a venir”. Algún día tórrido de verano repito visita a la Fuente del Francés, que ya aparece turisteada, con huella suficiente de esa limpieza artificial. Creo que tiene que ser muy difícil conservar y dejar ver, oler, pisar y mirar.

Pero la gente tiene derecho y deber de mostrar su propio cansancio, que es lo que me parece que muestra la noticia y la cadena de comentarios; muchos de ellos innecesariamente maliciosos.

Claro que si después de treinta años de esfuerzos y promesas, los pueblos siguen torpes en su mal vivir, habrá que recomponer el desencanto. No podemos ahogar a Serradilla, no debemos desconsiderar a Jaraicejo, hay que saber mimar a Torrejón,… y así hay que componer que cada pueblecito se cuide en sentirse miembro y parte de esa cosa que con tanto bombo y pecho hinchado decimos que es “Reserva de la Biosfera” o “Parque Nacional”.

 

Algo debería estar haciéndose mejor; también las personas sencillas tienen altos sentimientos ecologistas.

 

 

Goyo

14-abr-09

 

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Retomando el chiringuito

 

 

 

 

 

Una vez pensé llamarle a mi blog “El chiringuito”. Era entonces el tiempo serio de las primeras bitácoras y me dio miedo bautizar el invento con tan dolida palabra; pues en nuestra descomunal y abigarrada cultura, el término no goza de tan buena fama como solvencia tiene un chiringuito en la inmensidad social de una playa de verano. Una playa sin chiringuito solo sirve para asuntos de supervivientes. ¿ Qué te llevarías a una isla desierta ?… pues un chiringuito, con sus sardinitas, su caña fresca, sus deficiencias y sus suficiencias. Como casi todo lo español, un chiringuito es una cosa muy seria que hay que tomarla a cachondeo.

 

Parece que la oferta gastrocultural tiene sus problemas medioambientales; como todo, que para ser buen ejemplo de la época debe tener su grado justo de problemática medioambiental. Pues los chiringuiteros de diversas provincias se reúnen hoy en Málaga para solicitar del Ministerio que la Ley de Costas no les afecte. Seguro que tendrán planteamientos dignos de ser escuchados lo que, normalmente, ocasiona creencias y derechos dignos de no ser oídos.

 

Acaba la santa semana y comienza la algarabía: ahora resulta que ese caso de chiringuito popular con nombre raro no hace mella, al contrario, afila las perspectivas electorales del partido afectado para «eso» de Europa, elecciones que algunos toman ya como pica de castigo de «esto» de España. Vaya, que después de los casos del Algarrobito y otras vergüenzas urbanísticas que cubren la mitad de las mesas de Bruselas, lo mismo tenemos que ocuparnos en la defensa y protección a los chiringuitos como ejemplo de economía de la península de Barataria.

 

No hay que reirse de nada ni de nadie; el abuelo materno de Obama tenía una especie de chiringuito en Kenia y, ya veis …

 

 

 

 

Goyo

14-abr-09

¿En la República había chiringuitos?

Principio de contradicción de Chiquilicuatre

 

 

 

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En el último congreso mundial de físicos teóricos, celebrado en Londres, por fin se ha concluido sobre la cuestión de la inestabilidad de los estados de la materia bancaria. Todas las leyes del funcionamiento financiero se resumen y condensan bajo lo que en el argot científico se conoce como el “Principio de Conchi”; expresión familiar y juguetona utilizada para referirse a la recién descubierta Contradicción de Chiquilicuatre: a mayor liquidez bancaria, mayor solidez financiera.

 

No obstante, las bases teóricas de la Física Cuantiosa no acaban de explicar aún, cómo en un sistema cerrado, endoganancial, la abundancia de líquido disponible ocasiona nivel parejo de sólido metálico, sin que ello afecte a la volatibilidad de los mercados.

En el próximo congreso, que tendrá lugar seguramente en los Estados Unidos, se abordarán los temas de cómo impedir que los líquidos se escapen entre los dedos y de cómo impedir que los sólidos escapen de las cajas. Entre otros.

 

 

Goyo

03-abr-09

bande.jpg Una banderita para la buena gente.

 

Derecho industrial y derecho ecológico (desde el sumidero)

 

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Algunos estudiantes y algunos estudiosos fijan como en la mitad del siglo XIX el parto y nacimiento de lo que fue en su época “nueva economía” definida por una especie de globo en forma de red en las que sus elementos eran la industria del telar, el tren y el barco de vapor, los prestamistas que comenzaron a denominarse banqueros, un tal Carlos Marx que airea el oculto concepto de la plusvalía, deciden los obreros sindicarse,…y sobre todo, aquellas clases pobres y su esencia en la opinión de una ensombrerada señora inglesa:  Las clases pobres no tienen remedio; pues no hay más que ver cómo visten, con cuánta poca higiene se rodean, cómo de torcidas y sucias son sus calles y casas, con qué lenguaje se comunican, …así es normal que padezcan tantas enfermedades y dolencias y tengan sus vástagos tan escasa inclinación a las tareas intelectuales y tan bajas dedicaciones en la escuela parroquial y en la misma iglesia.”. Valoración que no me espantaría escuchar en estos prolegómenos de mitad del siglo XXI.

 

A la sombra y a la luz de la economía decimonónica del hierro y del carbón, se despierta la inquietud científica y la indagación intelectual (para mí son lo mismo); la época de los inventos (i) junto con los descubrimientos científicos (+d) revolucionan la industria (+i) que exige de nuevo la repetición del ciclo con nuevos inventos. No obstante no se conoce aquel fenómeno como un curioso precursor “i+d+i”; sino como “la revolución industrial” que sustituye y desprecia a la economía del trueque, a la sociedad , a la cultura rural y al despertar crítico. Cincuenta años después del nacimiento del marxismo aparece tibia la “Doctrina Social de la Iglesia; bueno eso lo dejo para otra ocasión.

Claro que esto pasó mucho tiempo ha y de poco deben servir aquellas experiencias. Ahora tenemos otras que las reduzco a tres por no multiplicarlas a trescientas. La primera es cuando una alta responsable de la cordura medioambiental extremeña afirma que: Extremadura puede y debe permitirse contar con más industrias porque aún así «podríamos seguir respirando un aire de gran calidad«.  O sea, que desde algunas alturas se da por sentado que cualquier tipo de industria proporciona contaminación del aire y no parece que esto sea siempre así; pues puede que incluso sea más peligroso: que una actividad industrial sea inocua para la atmósfera pero altamente tóxica para las aguas. Y aún debe haber más: aire y agua no solo son los productos necesarios para la vida de las personas; éstas se alimentan con otros líquidos y otros sólidos y con una astronómica diversidad gastronómica. Agua, aire y alimentos son las esencias, y yo creo que guardar la calidad del agua es la primera condición de salubridad medioambiental, mucho antes que la de los alimentos y mucho antes que la del aire.

Y como si esto no fuera necesario, el máximo responsable de la Industria, de la Energía y del Medio Ambiente, redunda en lo dicho, lo amplifica y lo presenta noticiable como si estos planteamientos debiesen llegar bien pronto a la reunión que en Londres van a tener lo “enteraos”. Según los datos de la noticia, los bosques extremeños (entre los que se incluyen las dehesas, reforestaciones, matorral y monte bajo, riberas y pastizales) tienen capacidad para mitigar 1,3 millones de Tm/año de CO2. A su vez, la producción de CO2 por el sector industrial extremeño llega a casi 1,2 millones de Tm/año. Digamos por tanto que tenemos un ligero “superávit ecológico” atendiendo y considerando las emisiones de las que son responsables los sectores sujetos al comercio de derechos de emisión en Extremadura que, a día de hoy, se cifran en 1.172.543 de Tm/año. Hay otros sectores contaminantes que por estar “fuera del mercado de los derechos de emisión” siguen sin considerarse y creo que convendría también
afrontar este problema (menor?) ahora que parecen divisarse las ganas.

Yo no creo acertada, ni prometedora, ni ilusionante, … la compostura argumental del señor Navarro; sobre todo porque provoca innecesariamente rechazo en las gentes sensibles a la problemática medioambiental; a no ser que volvamos a mostrar simpatías hacia los argumentos de aquella sombrereada señora inglesa. Goyo01-abr-09 

Los precios caen por primera vez en la historia

 

 

 

 

 

 

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Esta historia nuestra, tan mezquina, desequilibrada y díscola, nos muestra en estos presentes días, la contundencia de todo lo que la Lógica esgrimió -y guardó recatada frente a los usureros- durante muchos años: que la carestía de la vida se volviese en contra de la razón bendecida y conociésemos la época donde los mismos valores pueden comprarse con  precios menores.

 

E, infeliezmente, la época ha llegado; y entonces nos resulta que tan anhelado presente agobia el futuro y lo manifiesta aún más inquietante. Todo sea para seguir jodiendo al sencillo.

 

¿ Es que no podemos instalar algo de sosiego para la imbécil mayoría silenciosa ?

 

Goyo

01-mar-09

 

Triduum versus Quatriduum (II)

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Fue a principio del mes de febrero de hace tres años y entonces tropecé con el atrevimiento de analizar orígenes y consecuencias de cifrar, en el número siete, el ritmo temporal de trabajo/ocio que nos hemos impuesto como uno de los elementos esenciales de nuestra cultura. Bueno, pues ha pasado ya el tiempo suficiente para que hayamos podido reflexionar sobre la oportunidad o no de proclamar algo de cambio para que todo parezca que se mantiene. Naturalmente, ahora es cuando toman cuerpo y precisión los dos sabrosos comentarios (gracias Clavijo, gracias César) que produjo mi desconocida apuesta.

Recientemente, ha sido Cándido Méndez quien propone que sea el siete transformado en cuatro; como si laborando sólo cuatro días arreglásemos la crisis. Yo no estoy de acuerdo con la propuesta.

Yo no creo que así sea solución; lo que yo defiendo es que todo el ocio y todo el trabajo pueden seguir siendo gestionados de forma que, aunque siga el número siete representando el ritmo semanal, han de ser el cuatro y el tres los dos nuevos esquemas de ocio/trabajo. De tal forma que, aplicando el sorteo si no hay consenso, aquellas personas que trabajen lunes, martes, miércoles y jueves, descansarán viernes sábado y domingo; y viceversa.

Y para comenzar, puede llevarse a efecto la alternativa aplicándola en los servicios sociales que entendemos superan la condición individual: Sanidad, Seguridad, Comunicación y Atención, para irse implantado según necesidades y decisiones a otras áreas laborales con futuro cierto como es el Turismo. Estamos quizá en disposición para iniciar un debate social que organice de manera más agradable tanto el “tripalium” como el “ocium”. Y es que, además, es una de las pocas formas organizactivas que serviría para revitalizar el mundo rural y para suavizar el enfermismo urbano.

Pues muchas gracias, también, señor Méndez, por reavivar el debate; porque además, así tendremos todas y todos el tiempo hábil para compartirlo con el Medio Ambiente.

 

Goyo

30-mar-09

 

bande.jpg Bandera Medioambiental.

 

 

 

Nueva ley de carreteras.

 

 

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Como necesidad de ajuste a la incombustible necesidad de comunicación de personas, animales y cosas, las diferentes vías de comunicación terrestre: ferrocarril, autovías y autopistas, carreteras, vías pecuarias y caminos vecinales se dotarán -si es que aún no los tienen- de foresta suficiente para que la media de presencia arbórea sea, al menos, de un ejemplar por cada cien metros de trazado.

Se admiten rodelas, bosquecillos o descansaderos con la densidad proporcional que equilibren los tramos en los que no sea posible cumplir la relación de un árbol por cada cien metros de trazado.

Quedan exentas de esta obligación las pistas de los aeropuertos.

 

(Creo que la autovía Cáceres-Badajoz será el primer ejemplo mundial)

 

Goyo

27-mar-09