Subidas en el cerro las estatuas marrones,
simulan el cuarteto de personajes caídos;
son de hierro y argamasa, Jerte,
que miradas desde abajo son más altas.
Un trueno silenciado ha herido el hombro,
una vergüenza oculta asola el valle,
salen los jóvenes a hombro descubierto
y reviven la memoria engalanada.
Dejadlas heridas y sumisas,
será difícil restaurarlas,
ahora muestran la lección completa,…
que los niños aprendan de los adultos huecos.
Goyo
27-ene-09
(En agradecimiento a los jóvenes dolidos del Valle del Jerte)
Foto tomada del periódico «Extremadura»