Ya veis, hay gente que necesita tan solo unos meses para abrirse una página en negro que embadurna toda una historia pasada. Una historia fabricada por personas humildes que creen que el socialismo puede remediar en algo el principio vano del egoísmo aplicando el siguiente remedio: como siendo egoísta nunca habrá para todos, seamos respetuosos y solidarios. Principio éste que corre el peligro en la cera de enfrente cuando se interpreta: ya que hay gente que se declara solidaria, que respete la libertad de lo que es mío. Y así seguimos con la pelea de las dos aceras.
Pero en esta acera que libremente he elegido creo que está siendo invadida por hordas de inmigración de la acera de en frente. El primer síntoma de “traslado irregular” se puede percibir cuando alguien se presenta con un “¿Qué hay de lo mío?”. Pregunta, santo y contraseña que suele articularse con mayor frecuencia en los santuarios democráticos más sagrados si atendemos a la sagrada historia de los términos “comitia” y “eclessia”.
Volvamos al ahora del aquí. Ya se escribe abiertamente que en Estepona no hacían falta altavoces ni folletos para repartir la información vergonzosa, y que este tipo de vergüenzas solo suele ser destapada cuando el olor es tan insoportable que llega envuelto en papeles a la Fiscalía Anticorrupción, que funciona tan clamorosamente mal, que cuando actúa ya está todo corrompido o corrupto (elijan el adjetivo que mejor convenga) ¿No debería llamarse postcorrupción?. Eso sí, saquemos a pasear la presunción de inocencia para que el olor persista y que el poderoso dinero llegue también a los expertos en buscar rincones jurídicos donde siempre llega la astucia y nunca la sencillez: allí donde con papel en la mano y con el aval de lo no injusto, se han torcido las voluntades ciudadanas que en aquel inocente día se depositaron en la urna ilusionada.
¿ Tan pocas narices tenemos los socialistas que no podemos ayudar a limpiarnos ?. Inanimados los Comités de Ética, puede que también sea remedio defender que el NH4 sea y tenga un olor intenso y agradable.
Vayamos al ahora del allí: Ni Libia, ni Malta, ni Italia,…ni la UE. Se han dejado en el mar ciento cincuenta cadáveres de valientes, hermosos y fuertes nubios deseosos de pasar de la acera del hambre sin papeles a la acera del derroche con papeles. Por si no hubiera muchos, otra directiva vergonzante está dispuesta para imprimirse. Ciento cincuenta.
A alguien le tiene que corresponder hacer el imbécil para que sigan triunfando los vivales. Pero andamos ahora mismo todas y todos (de ambas aceras) muy liados con eso de los congresos; …después que acaben empezamos.
Goyo
18-jun-08