Sigo en espera

Son de importancia tan cruel, que quizá no merezca el registro cotidiano de volver a exponer lo que nos acontece por culpa ajena. Nosotros no merecemos este castigo de verdades inútiles y de mentiras lúcidas.

La prensa ni siquiera tiene garganta somera y permanece sumida a la etérea astucia del dinero.

Cada vez se muestra más depravado el dinero. Aquellos que lo poseen en demasía incalculada aumentan su cuota de avaricia. Lo que lo tienen en cantidad microsuficiente aguantan más que lo que aguanta ese René de Calle13 y lo que sueñan lo imposible, sueñan con disponer lo que este FMI ha ido diseñando.

Es ya suficiente.

 

Goyo

13-ago-14

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