Abundan en estas fechas críticas, los intentos»nobles» de paliar las calamitosas situaciones económicas de familias enteras. En conjunto, y por separado, presenciamos necesidades en cualquiera de sus miembros; pero sin duda lo que más conmueve al ánimo de ayuda son las situaciones de los ancianos y de los niños. Para un niño, la falta de un juguete puede ser tan castigadora como para un viejo la falta de una manta abrigada y seca. Así que, en un primer análisis, solemos agradecer los esfuerzos y dedicaciones del reparto de sobras. Un segundo análisis puede darnos datos de varias enfermedades ocultas.
- No. Cada muestra dirigida a dar comida y cobijo a los pobres es otra muestra más cruda del fracaso de los gobiernos; cuando no de las sociedades.
- El ejercicio de la caridad es abundante en los periodos donde la injusticia abunda; hasta los bancos dan de comer. Hasta hay Bancos de Alimentos.
- Resignación. Observad cómo vamos construyéndonos en otro nuevo carácter. Quizá ésta sea la meta del programa «Súmate al cambio«.
- Una vez debilitado el Estado de Bienestar, la caridad se incrementa con el mismo vigor que crecen los robos.
- Memorias habladas de mi madre: Se portaron muy bien los amos cuando nos casamos; nos regalaron asaurera, patatera, una longaniza y tocino,…»para que comáis este primer mes«.
Ni ganas me quedan de llegar a diez.
Goyo
06-dic-12