Rodrigo Rato y yo

 

 

Este es mi post mil uno. Creo que los dos personajes del título merecen un momento de reflexión, que deberá ser tomada desde las grandes distancias. Sobre todo porque el señor Rato dista una enormidad de donde yo estoy y permanezco. Por ejemplo, Rodrigo Rato no ha escrito ningún post ni yo he dirigido algo parecido a una entidad bancaria o financiera. Le llevo más de mil posts de distancia, que en el universo dospuntocero son como siete años luz. Aunque la humanidad no dispone aún de instrumento preciso, la distancia entre el capital de Rodrigo Rato y el de Gregorio Tovar es de varios millones de euros.

Como ustedes están habituados a otras magnitudes, paso ahora explicarle la cosas al modo que les sea de mejor comprensión. Según los científicos, la Vía Láctea tiene como trecientos mil millones de estrellas y que una de ellas es ese Sol que sale todas las mañanas para Don Rodrigo. Esa misma gente que tanto sabe, nos dice que dentro de cuatro mil millones de años la tal Vía Láctea y la galaxia Andrómeda se fusionarán de manera parecida a como hoy lo hacen las cajas. El motivo de tal acercamiento no es otra cosa que al acercamiento mutuo debido a procesos gravitatorios que ejercen incluso las materias oscuras que tanto rodean a una y a otra.

Del milagroso resultado de las fusiones, se funden -como su propio proceso obliga- los plomos de los ahorradores, aunque -siempre, según los expertos- la constelación resultante sea más luminosa. Que que si alguno de nosotros percibe que su dinero pasa a ser de acción preferente, no es otra cosa que las ramas de tu árbol no te dejan ver el inmenso bosque.

Notaréis lo bendito de la Astrofísica para comprender la Economía. Deberéis entender entonces eso que acaba de decir el jefe de nuestro gobierno: «España no se encuentra al borde de ningún precipicio«,… posiblemente será porque estamos cayendo a velocidad astronómica.

 

Goyo

02-jun-12

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