Recibo esta mañana un correo de Amnistía Internacional por que me hace saber la triste contradicción que vive la gente que vive en la zona del delta del río Níger, uno de los ecosistemas más diversos y condicionantes del planeta. Su condición de uso del agua es tan mísera que es complicado obtener agua limpia para beber, cocinar o limpiar. Tal es la consecuencia destructiva de la obtención ciega de petroleo; las consecuencias para la población son catastróficas, el desvaste de las tierras cultivables ha llegado a su límite, la fauna, la flora, la ganadería,… todo aparenta la calamidad que en otros sitios se traduce por ostentación y derroche.
Una de las compañías responsables es la Shell y a sus dirigentes hay que exigirles que no se puede abusar impunemente por mucho, o por por poco que pague.
Un blog, mi blog, también puede ser un altavoz potente. Hoy recojo esta estampa triste y grisácea de la pobreza ambiental que ocasiona la burda explotación del petróleo.
Hay que seguir diciendo que la capacidad de energía que arrancamos, que compramos, que violentamos,… a la Naturaleza, debe recomponerse con muestras generosas de energética social, de justicia compensadora, de que la alegría se reparta en bendición amable.
Las grandes empresas petrolíferas tienen que asumir contrapartidas urgentes, costosas y reparadoras. Aunque nos cueste también a nosotros la parte proporcional.
Guárdate la esencia de esta sencilla reivindicación y multiplica su efecto con lo mejor de tu disposición y de tu imaginación.
Goyo
03-jul-09