La manta y el cobertor

eticapresidio.jpg      

 

 

 

Que no tiene cobertura legal”. Esta parece ser la palangana donde algunos jueces se lavan las manos, si hacemos caso a las declaraciones que otros jueces hacen acerca de los supremos maestros en interpretación de las leyes y de los desafíos.

Como no podía ser menos aunque debería ser más, ahora toda la Judicatura se mira en la Constitución, lo hacen como si fuesen emigrantes usáticos que han de superar los conocimientos mínimos para que el gobierno de los Estados Unidos les conceda el derecho de asilo, de trabajo, de estancia,… que allí, en aquella envidiada patria de mano en pecho, uno llegado de fuera debe demostrar el conocimiento básico de los principios constitucionales para ser acogido con cierta incertidumbre.

Aquí no parece muy parecido: los indígenas somos capaces de argumentar “inconstitucionalmente” cosas que nuestra luz alumbra en la vasta sombra de la ignorancia; ¿cuántas noches hemos saboreado la bondad ciudadana de nuestra compañera del 78?.

Algunos de los jueces que nacieron a su sombra y algunos nacidos que también trataron de ensombrecerla, están de acuerdo: hay que hacer de la toga un sayo; incluso un sayal, que lo es “de tela muy basta labrada con lana burda”.

No está prohibida por la Constitución”. Por ese mismo argumento puede que Forges entienda prisionera por muchos años a tan respetuosa señora.

 

Ya por eso, si la Justicia queda desnuda y ciega, allá ella.

 

Goyo

11-feb-09 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.