Depender

 

Parece que somos modernos y cultos escudándonos en la opinión de aquel noble francés, Jean Batiste de Sécondat, que abrazó el desafío de pensar en el poder; de cómo perfeccionar el poder. Y en su análisis concluye que podemos y debemos distinguir tres formas esenciales de ejercer el poder y que, para bien ejecutarlas, no pueden descansar en una única persona. Esta suposición se enfrentó hace tres siglos a la teoría del poder absoluto, que era la posición de la época. Hay otras teorías, mas la usual proviene de la revoltosa Francia.

Aquel señor Montesquieu dijo que alguien debiera ocuparse de redactar las leyes, otras gentes se ocuparían de aplicarlas gobernando y otras, de juzgarlas cuando se produzcan desvaríos. Así se instituyó que el poder legislativo no debía mezclarse con el poder ejecutivo ni inmiscuirse en el poder judicial. Muchos pensaban que este entendimiento, alimenta el riesgo de gobernar mandatos rodeados de tensiones; aunque, a la postre, toda decisión de gobernanza requiere optar por una tensión y abandonar otra.

Más de una vez he mostrado mi extrañeza ante la severa desobediencia de este principio en nuestro entorno y hábito, porque si se asume que la soberanía reside en el pueblo, debiéramos articular lo propio en el pueblo soberano para decidir sobre cada uno de los tres poderes por separado. Parece que no nos tienen en cuenta por entero y sólo nos permiten elegir a los representantes del poder legislativo. Nunca se nos ha ofrecido elegir a los miembros del poder ejecutivo, al gobierno. Tampoco se nos permite elegir a los miembros del poder judicial.

No nos tienen en cuenta por entero y sólo nos permiten elegir a los representantes del poder legislativo

A los representantes que nosotros elegimos -el legislativo- sí se le encomienda la elección de la cabeza del poder ejecutivo -al presidente del Gobierno- y la elección de los componentes del Poder Judicial obedece a una extraña mezcla endogámica aderezada por intereses partidistas. Dicen los defensores del sistema, que los ciudadanos no estamos preparados para elegir a los miembros del Poder Judicial; puede ser, lo extraño es que sí nos consideren aptos para elegir a los legisladores.

Algún profesional de la Justicia me reitera que los jueces son independientes de las querencias ciudadanas o de los partidos y eso es lo que dudo porque unos se apuntan a Jueces por la Democracia y otros se asocian al colectivo Francisco de Vitoria.

Goyo

21-12-19

La cavaera

 

Desde la Presidencia de la Junta de entonces, 1992, se lanzó la oferta dispuesta a fabricar una imagen renaciente de Extremadura aprovechando que en Sevilla se celebraba la EXPO92 y nuestra autonomía disponía de un pabellón donde mostrar tesoros que ni siquiera nosotros acabábamos de valorar. El pabellón disponía de salas, paredes y rincones diseñados para exponer los mejores especímenes.

Así que se concebía la exposición de tal forma que la muestra debía cambiar con los días, no sólo por no aburrir sino por lo mucho que cabía enseñar. Entonces, a los ayuntamientos llegó la noticia y el deber de reunirnos para intentar congeniar los deseos expositivos de cada patria chica con las limitaciones que imponía el número de municipios de Extremadura: Era tanto lo que podía enseñar, que no era bueno una exposición sumatoria compuesta por todos y cada uno los 388 municipios; así que al diseño popular le correspondía pensar de forma comarcal para unificar criterios pueblerinos, animar conjunciones y rebajar celos.

Nosotros pertenecemos a la comarca que no baña el Tajo ni el Salor porque son ríos que se encajonan enseguida; comienzan nuestras tierras por donde pasa el Almonte y el Guadiloba pero no entran las tierras de Cáceres porque nunca se quiso mezclar la villa nobiliaria con el populacho. Y terminan nuestros lugares allí donde las piedras son albas y comienza Portugal. Fíjense qué navaja terrenal. Demasiados pueblos para decidir una o dos muestras gloriosas de la comarca para que el universo universal contemplase nuestro universo.

La cavaera es la herramienta que descompuso nuestro bosque mediterráneo empujándolo a la desertificación

Así que unos decían que aquel tesoro que se encontraron era lo meritorio, otro argumentaba que tal patena no tenía parangón, también se defendía la gloria y reliquia de algún santo patrono, también surgieron las vírgenes,… y así se enturbiaba la elección ante tanta y variada valía. De modo divergente propuse que el elemento que mejor representaba y representaría nuestra esencial historia y futuro es la cavaera.

¿Qué dices !…?

La cavaera es la herramienta que descompuso nuestro bosque mediterráneo empujándolo a la desertificación; tumbó encinas, arrancó retamas, descuajó alcornoques, despreció tomillo, aulaga, sabina, lentisco, boj, aladierno, zarzaparrilla, romero, coscoja, garriga, maquía, madroñas, …todo ello desde las manos rudas, callosas e inocentes de criados mal pagados, que de tanto doblar la espalda hicieron más ricos a los ricos para seguir manteniéndose pobres. Los campos cambiaron, las nubes huyeron y los manantiales se cegaron.

Tengo una cavaera, que se la regalo a Greta Thumberg para que la muestre en el COP25. La duda que tengo es que si debe entregársela el alcalde de Casar o el de Cáceres.

Goyo

11-dic-19