Folio blanco

En tiempos de guerra, los inventos suelen ser tan abundantes como las falsedades, por eso no me acaba de cuajar la noticia que se ha podido escuchar en varios medios.

Una persona moscovita, para protestar en su ciudad contra la guerra que se está librando en Ucrania, ha tenido la ocurrencia de presentarse en la vía pública –no sé si calle, plaza o avenida- portando y mostrando un folio blanco en blanco. No había nada escrito en él. No sé por qué la gente ha entendido tan encendida protesta

Para el poder represor, el papel era insultantemente blanco y así, constituía un altercado de tan elevada protesta, que la policía no dudó en detenerlo y trasladarlo a dependencias policiales.

Aún no sé el cuerpo acusatorio de la policía rusa, la pena impuesta o el perdón concedido; lo que me interesa es reconocer la potencia comunicativa de un limpio folio blanco agarrado y mostrado como pancarta revolucionaria, y de cómo se agudiza la inteligencia del personal sometido a la falta de libertades.

Goyo

15-03-22

Hace 10 años

Hace ya diez años que propuse a los ruedos de las redes sociales la oferta en la que vuelvo a insistir porque ya no soy el ridículo único que se dedica a pensar en nuevas alternativas. La sociedad alemana acaba de contemplar la posibilidad de reducir la semana laboral a cuatro días y yo creo así, en seco, la alternativa queda coja e incompleta; por lo tanto, me apetece volver a explicar.

Dicen los libros y las historias – que Alá y San Jerónimo sabían más- que de la Gran Depresión de hace un siglo, diseñada también por los Señores de la Bolsa, se salió en parte gracias a creer en la apuesta de que era posible funcionar modernamente permitiendo al obrero una jornada de ocho horas y un salario a sus cuentas -a las de ellos

Bueno,… y así parece que se enderezó todo hasta el punto que, por procesos democráticos o escopetacráticos, algunos países del contexto europeo abrazaron dictaduras tan delirantes, que aún persisten los recuerdos de su histórica memoria. No será verdad que la crisis provocó el sarpullido dictatorial; pero algunos pijos aprovecharon el aire, con la misma fuerza que un montón de imbeciloides creyeron que “Nazi” era la abreviatura de “nacional y socialista”.

Que lo que quería decir es que si se reparte el pastel laboral, es posible que toquemos a menos trozo pero más apetitoso.

Lo de trabajar menos de ocho horas diarias puede ser apetecible; pero estamos habituados a que los servicios de lo que denominamos “Estado del Bienestar” permanezcan en funcionamiento a cualquier hora del día y en cualquier día del año. No queda entonces otra salida que repartirnos entre servicios y días.

Ignoro qué condición teocrática impuso que la cosa temporal debía ordenarse en periodos del incómodo número siete; que aunque siga siendo mágico, ocasiona tendencias egoístas: todo el mundo se apunta a descansar sábado y domingo; incluso ya hay quien defiende que también el viernes. Y resulta que los niños, las atletas y las neurólogas también se pueden poner malitos el sábado, tener un accidente deportivo el domingo o requerir los servicios de la policía el viernes. Conclusión: aunque se estableciese una jornada semanal de cuatro días, seguiríamos acostumbrados a no dejar descanso a los servicios públicos durante el triduo de cada fin de semana.

Quizá sea menos malo acordar que podríamos trabajar, y alternar periodos de trabajo de tal forma que quien decida – o se le imponga- trabajar ocho horas el periodo lunesmartesmiércolejueves, descansará el periodo viernessábadodomingo. Y viceversa. Con posibilidad de intercambio, alternancia, convenios  y ajustes.

Puede que incluso así la gente deje las bajas por enfermedad para los días de descanso y los servicios públicos mejoren en salud.

Creo que las más afortunadas serían las condiciones de intercambio comercial y social entre pueblos y ciudades, entre orígenes y destinos, con el consiguiente relax de no saber qué fin de semana es el más apetecible; si el que comienza en lunes o el que acaba en domingo.

Todo esto y mucho más en este rinconcito.

Goyo

Primero de septiembre de 2020.

Lusitania por Europa

 

 

Quizá en Bruselas no saben quién fue Viriato aunque sepan con certeza quién es Puigdemont. No corren buenos aires en aquel núcleo duro del Benelux; la misma ciudad y país que abrigaron el ayuntamiento de naciones de la Europa Occidental, son incapaces de mostrarse como ejemplo de tolerancia que sepa enriquecer las diferencias que a veces arrastran los idiomas y las aspiraciones. No me gustaría que el último huracán levantisco protagonizado por Inglaterra marcase el inicio de una tendencia desintegradora.

Recordemos que aquella provincia romana del oeste ibérico tenía su capital en lo que hoy es Mérida y, aunque a mucha de nuestra gente le gusta la Historia, a las gentes de ahora nos la veo yo inclinadas a recuperar sentimientos y debilidades de épocas pasadas. Tampoco las percibo adeptas a dar un vencijón agradable a la deshilachada Unión Europea. Aprovechando que el gobierno inglés nos ha dejado con goteras en algún techo y porquerías en los rincones, bien que debiéramos superar las amenazas que apuntan los estudiosos de la pérfida historia inglesa. Siempre se han comportado así. El nuevo empuje bien pudiera iniciarse desde el sur europeo y mejor concretamente desde el mismo centro de la zona lusitana, región que permanece casi aislada, poco comunicada como una especia de tumor benigno que alguien debe sajar para limpiar cúmulos infectos.

A lo largo y ancho de la vieja Europa no se aprecian señales luminosas

El gobierno extremeño puede sentirse en la obligación de reanudar Madrid con Lisboa para que sus campos y cielos sean atravesados por los diversos medios de comunicación; pues aquí, en la Europa de Abajo, siguen dos capitales de dos naciones dándose la espalda, asustadas por la lejanía y fíjense que para su enlace no hay que tunelar montañas, pues ambas ciudades se enclavan en el mismo valle que el río Tajo lleva esculpiendo desde milenios.

Acudiendo a razones más cercanas en el espacio y en el tiempo, este nuevo proceso centrípeto difuminará la locura y desafío centrífugo de esa intención arropada por personajes distinguidos por no respetar las leyes.

Extremadura debe creerse que tiene la obligación de decidir y animar pasos que recuperen y reciclen lo que los Santos Inocentes nos enseñaron, ya que a lo largo y ancho de la vieja Europa no se aprecian señales luminosas que sigan alumbrando el Tratado de Roma o el vuelo de la Milana.

Goyo

28-mar-20

 

La añagaza

 

Una añagaza es una trampa no muy astuta, pero efectiva si uno no revisa su propia inteligencia. 

 

 

No conozco a ninguna antropóloga que diga que la ciudad es un invento que sirve para vaciar a los pueblos; tampoco a ningún antropólogo. El mundo de la Sociología y de la Politicología tiene bellísimas definiciones del concepto de ciudad, pero ninguna es acusatoria. El descompuesto mundo del periodismo, envenenado por su reciente descubrimiento de las “fake news”, sólo sabe referenciar la cosa del vaciado para intentar mostrar su ética informativa y protectora del problema: manda corresponsales a los pueblos más repletos de jubilados como antes se enviaban a las guerras a los fotógrafos. Indagan en las penurias de las prospectivas, pero tan sólo refuerzan lo que ya no es noticia aumentando con ello el efecto de apartheit que fabrica el falso progreso urbanita.

Tampoco conozco la razón por la que el Parlamento Europeo me incluyó en la lista que yo llamo de los cuarenta lusitanos (20 extremeños + 20 portugueses) que en junio de 2011 fuimos invitados para conocer en aquel templo la nueva PAC. Y allí, dos franceses, dos ingleses, un alemán, dos italianos y una española nos sacudieron las entendederas para que transmitiésemos la buena nueva europea, que se basaba en asegurar que se aseguraba y fijaba la población rural en los pueblos dotándola de protección y ayuda.

Y fue entonces cuando mi inocente duda expuse ante el octeto parlamentario inquiriendo por si alguno del grupo habría propuesto solventar la crisis rural a base de inyectar dineros procedentes de nuevos impuestos a los habitantes y empresas ubicadas en las ciudades.

¡Ah! Conocí desde entonces lo mismito que imperan en las mentes dirigentes de la Economía del FMI y que se implanta en las neuronas cansadas y rivereñas: que hay que bajar los impuestos, que aquí todos somos nobles aunque las personas sigan siendo plebeyos. Desde entonces sigo contemplando la casi unánime defensa de que debemos confiar esperando los efectos de una especie de trance taíno porque la tecnología social del chamán economicista ha suplantado al tradicional púlpito y la pobreza se sigue repartiendo con generosidad.

Seguirán regándonos los oídos para que entendamos nuestro voto como una ofrenda que lanzada  hacia la oscuridad, una confianza social más que un interés personal. ¡Idiotas! en una sociedad justa, la bajada de impuestos es una canallada.

 

Goyo

07-may-19

 

Sáhara

 

Cuando no estás inmerso en un problema, todo aquello que lo define y acompaña te parecerán detalles pero no esencias. Y cuando te infecta un problema en tu amplio interior, todo lo exterior se te presenta como sucedáneo de cosa boba y con poca chicha. Por eso es tan atractivo ser espectador; presenciar un espectáculo te libera de esencias propias y te esclaviza con detalles ajenos. Reflexione sobre el fútbol, que a nivel mundial nos está ofreciendo en estas fechas una millonada de atractivas pinceladas.

Contemporáneo del fresquito ruso está la caló del Sáhara que tiene tanta tierra como la helada Siberia y no nos cae tan lejos. Una mancha de agua baña y suaviza las tierras del norte y sirve de separación de otras tierras. Ahora el Sáhara endurece el agobio veraniego, que para algunos asentados se regula con el mando a distancia del aparato de aire acondicionado. En parte de aquel Sáhara olvidado por el régimen franquista, por el régimen transicionalista y por el régimen democraticista, residen familias apegadas a la crianza de la prole y a su anhelo de vivir en la tierra que los vio nacer. Digamos que esas son sus esencias.

No obstante, en otras partes del descomunal arenal y porque le cuentan otros detalles nuestros, no se amedrantan en invertir todos sus ahorros para pagar mafias dedicadas al tránsito impreciso, en huir del espanto de la guerra y del odio amigo, en tratar de libar algo de la vida floral de los europeos. Se lanzan ciegos y desvalidos al charco inclemente. Quizá sigan flotando. Quizá un barco de nobles humanos los recoja y alimente hasta que lleguen a buen puerto. Mas los buenos puertos nunca se distinguieron por dar acogida a los que huyen de la pobreza, más bien por la excelsa hospitalidad a lo que aporte riqueza.

Vienen tras los peligros del desierto y sus alacranes, los peligros del charco y sus monstruos y los peligros de la tierra prometida y sus egoísmos. Vienen repletos de inteligencia y valentía, de ganas de trabajar… normal que despierten recelos en los torpes, los cobardes y los vagos.

Acaban de llegar a mi pueblo 38 niños y niñas saharauis; se repartirán por pueblos de la provincia, cuatro de ellos quedan en Casar, todos con ojos vivos y ganas de piscina; esos son sus detalles, dudo si podrán contemplar nuestras perdidas esencias.

 

Goyo

04-jul-18

Luz

 

Toda luz procede de la estrella, eso no impide que aparezca luz en diferido. Una de las propiedades más exquisitas de la luz es que puede hacer pasar las cosas de oscuro a castaño; también puede lograr inviernos cálidos, veranos refrescantes, hacer lavar, planchar, soplar, cocinar, empujar, bajar,… incluso subir. Esto último es lo mejor que sabe hacer en nuestros tiempos. Hasta el gobierno reconoce que no ha podido mantener la presunción de frenar en esta primavera su insaciable carestía.

 

Algunos atrevidos dicen que es un robo. No saben, no tienen razón. El delito de robo exige violencia en su ejecución; por contra, los hurtos más cuidados y temibles son los que se hacen a plena luz -o con plena luz, no sé-. Antes bien, es muy posible que si el delito se diseña por expertos, podría ser elevado a bien de protección social y gozar de la confianza de los gobernantes. Tanto es así, que algunos terminan aconsejando a empresas energéticas ya que no pudieron regularlas al sentir de la tropa ciudadana. Tampoco es una estafa porque no se ha llamado a engaño.

 

En Australia, que acaba de pasar un tórrido verano exigente con el consumo de electricidad, por ser país soleado, la producción de electricidad renovable de origen solar, superó a la de combustibles fósiles por primera vez . En este contexto, las cubiertas solares fotovoltaicas siguen siendo muy populares allí aunque aquí no triunfan pese a que mandan los populares: sólo en febrero de 2018 se instalaron 117 nuevos megavatios. En tan solo cuatro meses, la gigantesca batería instalada en Hornsdale, superó los 1.680 megavatios de la central eléctrica de Gladstone. Esto ha hecho que se hayan hundido los precios de la electricidad en un 90%.

 

En otro sitio soleado, California, tenemos el ejemplo de ser el primer estado en hacer obligatoria la instalación de los paneles solares en las casas nuevas. Desde hace tres años, la nublada Alemania produce unas diez veces más energía fotovoltaica que España. Si en España tuviéramos instalada la misma potencia fotovoltaica el abaratamiento sería del 36%.

 

Y aquí cerca, Endesa pondrá en marcha seis parques fotovoltaicos en Extremadura con una potencia total de 260 megavatios (MW), como para abastecer a unos sesenta mil habitantes. Mi duda se cifra en saber a cuánto cobrarán el Kw

Goyo

30-may-18

 

Muros y recuerdos

 

 

Aunque los muros se rematen con alambradas espinosas y se decoren con garitas de vigilancia, las ideas los traspasan. Más difícil aparece el tránsito libre de las personas de un lado y de otro de la pared; pero como no hay pared interminable o inaccesible, al tiempo prudente y aburrido le damos el oficio de arruinar las murallas y debilitar las defensas. Recordad la raíz y fundamento de la Gran Muralla China o la vana pretensión del muro berlinés. No obstante, el tiempo no es capaz de vencer al idiotismo y ahorita mismo se proyecta otro elevadísimo muro destinado a romper la imperiosa amistad entre gringos y chicanos.

 

En nuestra dispareja condición humana, otro desafío permanente surge al constatar que hay recuerdos alimentados y engordados por el odio y que explotan lo mismo en un mercadillo navideño que en la sala donde se espera sea el ejemplo de lugar de encuentro para el debate de pareceres. Lo mismo nos toca contemplar los efectos de un camión conducido por un loco que escuchar las declaraciones de un presunto cuerdo que se burla de la Ley que juró obedecer y defender. Los recuerdos ocasionan esas trastadas; unas con muerte, otras con deseos.

 

Observo cómo seguimos siendo incapaces de olvidar -para superar- la trágica etapa del franquismo, tanto por la parte que se creyó ganadora como por la parte que se creyó perdedora; las muertes, las prisiones, los hostigamientos, las persecuciones,… conllevan siempre -en todas las culturas, en todos los tiempos- el mayor apéndice vengativo.

 

Pero no tenemos el derecho de olvidar, de mirar a otro lado cuando se descubren -por ejemplo-. huesos de cadáveres que mató la Guardia Civil el 5 de marzo de 1949 en Paramos (A Coruña). O de maquis abatidos y soterrados en cunetas, fosas o esos lugares indefinidos donde se enterraban a los infantes que no se habían bautizado, a quienes combatían el régimen o a quienes se suicidaban. Antes bien, la Ley de la Memoria Histórica nos obliga a todos a sentir vergüenza, entre otras cosas porque, para este caso coruñés, será un equipo argentino de antropólogos forenses los encargados en estudiar los restos para conocer su identidad, dada la repetida falta de fondos en los presupuestos de los últimos cuatro años para esta Ley. Mi duda es si esto me tiene que dar miedo o risa.

 

Goyo

05-ene-17

 

 

Vertebrar

 

 

Cáceres, Amanecer, Patrimonio

 

 

A un matrimonio de turistas portugueses, una vez mostré la monumentalidad de la ciudad de Cáceres desde donde la plebe contempló siempre las iglesias, las torres y los palacios: desde la lejanía. Ha de saberse que el grueso de los turistas la contempla como si fuese noble, capitán o secretario del obispo y que, por tan poco, carecen de la esencia y causa de que Cáceres Monumento sea así. Nos paseamos entonces la Ronda de Vadillo a la vez que íbamos contemplando trozos del exiguo arroyo del Marco. Haciendo el recorrido del oeste hacia el este, a la derecha se sigue observando la humildad de las edificaciones y a la izquierda, la impotente muestra del poderío señorial, militar o eclesiástico. Yo sigo defendiendo que antes de distinguir entre los Golfines y los Mayoralgos, hay que empaparse de judíos, bataneros, hortelanos y caleros para entender la ciudad integrada.

Quizá ustedes también piensen que toda actuación urbanística es un atentado resuelto a lo rústico. Otra verdad es que no hay ciudad noble que no tenga río, o se asiente en los márgenes de un arroyo generoso. La Ribera del Marco, de la Madre, del Rey o del Concejo cosió por siempre a Cáceres. Sigue existiendo -olvidado y penoso- el trazado que el agua de la Ribera del Marco llenó de fuentes, norias, puentes y huertas facilitando así el asentamiento humano de manera permanente. El corredor medioambiental de la Ribera del Marco cacereño lleva siglos señalizado sin que haya requerido programa o proyecto explícito y ha sido redefinido de manera natural por la experiencia de las poblaciones, las culturas y los tiempos.

Para estos días, si no estás al corriente de las dieciocho líneas de actuación que contempla el programa DUSI, no eres un auténtico catovi. Este nuevo proyecto trata de hacer un corredor verde para unir barrios de la ciudad a través del Parque del Príncipe, de donde puede coligarse que hemos diseñado últimamente barrios inconexos pese a la joya verde; lo que también nos enseña que no sólo con árboles se hace Ecología y se integran así las calles según un desarrollo urbano sostenible.

Quizá pueda servir para recordar que ya la gente comienza a creerse que la próxima economía será de corte verde o no será; mi duda se centra en si con decir dusi y decir Alzapiernas se dice verde.

 

 

La ministra tiene una carta.

 

helen

 

La señora ministra de Cultura y Universidades de Suecia, que se llama Helene Hallmark, cesó el 5 de septiembre a todo el Consejo de Administración del Instituto Karolinska de Estocolmo, que es la institución encargada de proponer los candidatos al Premio Nobel de Medicina. El escándalo de un cirujano italiano acusado de falsear datos en artículos científicos ha hecho que reputados fisiólogos hayan pedido este año que se declare desierto el galardón.

A mí me parece regular la cosa ya que ello podrá ocultar el esfuerzo y el saber de médicos estudiosos dedicados por entero a ofrecer a la humanidad nuevas ventajas en pro de la salud o nuevas estrategias para doblegar algunas enfermedades.

En otro ámbito, pese a los reconocidos y aplaudidos métodos interpretativos de cómo funciona la Economía, se sigue evidenciando una inexplicable expansión de la pobreza que agobia tanto a naciones como a poblaciones. Los rigurosos tratados sobre Economía no hacen sino fortalecer las fortunas poderosas con el mismo vigor que maltrata a las débiles.

Cuando Alfred Nobel plasmó su herencia en noviembre de 1895, en el Club Sueco-Noruego de París, se sintió culpable por su responsabilidad como empresario enriquecido a través de una industria productora de dinamita, cuyo principal mercado dejó de ser la minería y se trasladó a la guerra. Esta puede haber sido la motivación principal de su afamado testamento, quizás unida a la costumbre de la época de realizar acciones altruistas.

A partir de 1968, el Banco de Suecia otorga el Nobel de Economía, premio no instituido por Alfred Nobel y galardón que aún su familia sigue sin aceptarlo como tal. Muy a pesar de este reconocimiento a los estudios económicos, no parece haberse notado beneficios globales evidentes para la sociedad; como prueba está que en febrero de 1995 se acuerda que el premio de ciencias económicas sea redefinido como Premio a las Ciencias Sociales, sin que su remodelada definición sea reconocida en plenitud.

En respeto a la intención primigenia y a la memoria de Alfred Nobel, yo me atrevo a pedirle que se retire el reconocimiento y galardón a los estudios económicos y se deriven los fondos y las medallas para premiar a las personas o instituciones que se distingan por su compromiso y defensa del Medio Ambiente.

Comienzan a madurar los membrillos a la vez que se anuncian los premios Nobel.

Goyo

26-sep-16

 

Digno del oeste

 

trendigno

 

Lo atractivo de la Geografía es el disfrute inasible que los territorios dan al hombre, las concesiones que presta a las aventuras del hombre en la tierra. Nosotros pertenecemos a la cultura y civilización mediterránea, que se precia por la diversidad y varianza de las gentes de las riveras del gran mare nostrum. Las gentes del norte del Mediterráneo presentan unas formas de vida y unos fondos de valores que se diferencian de los valores y de las vidas de las personas que habitan las costas del sur. Lo de arriba se llama Europa y lo de abajo, no. Lo de abajo se llama África, lo de arriba, no.

Aquí, en el oeste europeo, también hay arriba y abajo; desde bien chiquitito las profesoras y los profesores nos hacían viajar y cargar con las diferencias: El llamado País Vasco era industrial y las tierras extremeñas ricas en ganadería y agricultura. Cataluña era comercial y Andalucía alegre y turística; pero los dineros, curiosamente, rodaban mejor cuesta arriba. Diferencia acusada también se establecía entre el rico Levante y humilde Poniente. Conclusión: la Geografía nunca nos premió.

Resulta que en el Nuevo Mundo parece que se reprodujo el modelo geográfico para implantarse cómodamente y, a lo que hoy me interesa acudir como ejemplo, el despertar americano no inició el auge hasta que las tierras del salvaje oeste fueron invadidas por el ferrocarril. Aunque para ello, tuvieron que suprimirse culturas y costumbres asentadas, que el tren sustituía e inyectaba en su avance hacia la costa del Pacífico.

Quizá porque nuestros políticos saben esto, se han unido al Presidente Vara y, sobre suelo de cristal de una de las dependencias nobles de la Asamblea de Extremadura -bajo el cristal hay restos romanos- han compuesto una mesa unitaria y unificada que pide para nuestra región un “tren digno”. La foto del acto tiene su gracia porque parece que ninguno de ellos tiene los pies el suelo.

Yo hubiera aprovechado la coalición política para pedir a tan lejana Europa que componga un tránsito ágil entre las dos capitales de los dos países del oeste europeo a través de una línea férrea europea. Y como no existe el eje Madrid-Lisboa y nuestra región no parece dispuesta a doblar grandes voluntades, me entra la duda de si nuestro oeste se encuentra ya domesticado sin haber llegado al Atlántico.

 

Goyo

31-may-16