He pasado tres jornadas muy intensas en esta semana, tres días completos repensando y abriendo espacios mentales a las muchas opiniones que nacen y crecen en el mundo rural. Las hemos convivido con personas de muy variada condición profesional y diversidad política, en un paraje ambiental de trabajo digno de los más beatos monjes (Conventual de San Francisco) y en ambiente urbano de la pequeña ciudad de Cáceres.
Ahora mismo tengo un diseño mental muy confuso de todo que he aprehendido para utilizarlo más tarde como elementos analíticos de aprendizajes llamados significativos. Tengo un hermoso lío en la cabeza. No es turbante. Sí turbador. Y lo mantengo con la seguridad que te dan las cosas que se presentan agolpadas para no irse. Da igual comenzar por cualquier dato. Puedo pasar al cuarto párrafo y volver al décimo sin haber leído el séptimo. Todo importa. Todo interesa.
Tenemos un tiempo que sólo sabe esperar a quien trabaja con ideas.
En el mundo rural se siguen guardando saberes sociales, esencias antropológicas, que perduran y conforman cohesión social sin necesidad de comunidades de vecinos o de viviendas adosadas. Tareas, oficios, herramientas, música, danza, fiestas, valores,… sistemas de organización humana que se resisten a desaparecer ¿Qué cultura tendrían las ciudades si antes no hubiesen existido los pueblos?
Luego me pusieron al lado de ambos oídos y entremedio, la desgraciada nota de la penuria de los sueldos de los alcaldes y concejales de los más de ocho mil pequeños pueblecitos españoles.
Luego , por lo que dijo y estaba diciendo un andaluz, me compuse la idea de que a mí me gustaría participar en hacer personas sabias, críticas y libres para que entre todos nos celebremos en una democracia más honda y más extensa.
Una cercana y prometedora Ley de Desarrollo Rural que no sólo ayude a conceder economía de justicia a la gente, sino que le devuelva la dignidad sin que medie la compasión. …a que luego todo el mundo va a querer ser rural?!
Luego estaban los urbanicidas, los que aterrorizan el territorio con palacetes postmodernos y la anomia ciudadana de los que pagando sus impuestos, callan vergonzosamente construcciones ilegales que inician para guardar el perro y agrandan cuando echan al perro y se meten ellos. Después de ese luego, pagamos entre todos lo que tardamos en pagar en esta España que heredamos de Franco: sin luz en los pueblos, sin agua limpia en los pueblos, sin alcantarillado en los pueblos.
Luego pensaba que la mujer o el hombre que lleva el control de la matanza del guarro, tiene un esquema mental y un “time-table” más exquisito que el cuadro de guardias de un hospital. ¿ Os habéis parado a pensar lo que se necesita antes, durante y después de una matanza reglada? Luego pienso en Arquitectura y Democracia y de cómo se restan valores de mensaje según y conforme el emisor y el receptor se condicionan por las paredes, el mobiliario y la disposición. Ya hablaré de esto otro día. Todo esto lo pensaba aunque no lo decían
Luego pienso en el Serprona, que podría utilizarse como el medio más eficaz para la protección del territorio y que los satélite artificiales podrás ser la policía urbanística. Un experto de la Sierra de Madrid dice que lo pensará. Llego a casa y me encuentro con la noticia de que Madrid va a tener su parque en la Sierra (¡?) …. hasta ahora no se han dado cuenta esos ruralicidas? No, perdón, no habrán sido ellos; habréis sido vosotros. Vosotros, los que entendéis que el urbanismo es también la manera cuidada de ser, presentar y conducir las cosas en sociedad. No de la manera tan zafia que hoy escribo.
Luego me entero que el jurado del World Press Photo 2005 ha otorgado al canadiense Finbarr O’Reilly el premio de mejor foto del año, por un instantánea que muestra las consecuencias de la hambruna en Níger.
Luego os contaré más cosas.
Goyo
10-feb-06