Nos cuenta ahí al lado Manolo Seco sus impresiones acerca de la demostrada inclinación hispana por la tortura y la muerte animal gratuita. Me confieso que yo también he sido un salvaje; muy pocas veces, es verdad, pero me confieso haber matado sin necesidad vital que lo justificase (no lo necesitaba para sustento económico o soporte alimentario). Ya no lo soy.
Por eso quizá siempre he tenido claro mi rechazo hacia la «fiesta» de los toros (un toro, en nuestra cultura patria, no ha sido nunca objeto de caza como si de un búfalo se tratase). Los toros, además de aburrirme si no tengo a mi amigo Julio Martín al lado, me presentan una estudiada y programada muerte, regulada con tanta exquisitez, que cualquier desvío es motivo de pitos contra «el maestro». El «maestro» lo es porque alecciona y conduce todo el vigor instintivo animal hacia la domesticación de la misma muerte cuando el toro muestra la cerviz.
En este campo de muerte estructurada a resultas del instinto, existe otro tipo de proceso cinegético que quizá tenga próximo su fin: La caza de la perdiz con reclamo quedará prohibida en toda España si sale adelante la nueva normativa cuyo borrador ha dado a conocer el Ministerio de Medio Ambiente.
Según el texto del anteproyecto de Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, esta práctica cinegética dejaría de tener cobertura legal; pues el artículo 112 del borrador, en su apartado «b», dispone: «Queda igualmente prohibido con carácter general el ejercicio de la caza de aves durante la época de celo, reproducción y crianza”.
Hasta ahora, y según la Ley de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres aprobada en 1989, esta práctica estaba permitida. De este modo, aunque también se prohibía la caza en época de celo, se contemplaba, en una disposición adicional, una excepción para la modalidad de perdiz con reclamo macho «en los lugares donde sea tradicional», como es el caso de nuestra Extremadura.
Pues bien, sobre este asunto, el señor secretario general de la Federación de Caza de Extremadura, manifestó que en este momento se está estudiando la norma propuesta para presentar las alegaciones o proponer los cambios que se crean oportunos cuando finalice el periodo de información pública. He aquí todo su argumentario según registra la prensa; de mantenerse la redacción actual del texto, «nos puede hacer mucho daño».
La modalidad de caza de la perdiz con reclamo ya ha sufrido otros intentos de prohibición, pero la movilización de los cazadores logró que se recogiera como excepción dentro de las prohibiciones en las normativas nacionales y regionales.
Para aquellos y aquellas que en algo ignoran la tendencia a sofocar el instintivo depredador humano conociendo los imperativos de conservación y sexo de la aves: tú coloca a una especie de boy el pleno territorio de mujeres guerreras y a la primera que acuda, descerrájale dos tiros mientras viene desfilando y mostrando sus encantos naturales escuchando el reclamo del perdigón.