De una parte, Susan Boyle -que en español significa “voz preciosa”- ha sido internada en un clínica psiquiátrica. Algunos apuntan que la culpa la tiene los noventa millones de visitas a su vídeo, otros señalan que se debe al agotamiento que provoca el famoseo y pocos piensan que la verdadera causa sea su descabellada cabellera, que según dicen los periódicos, le cuesta unas 200 libras domesticar por ser ahora famosa lo que antes hacía por 30 en su barrio. Parece que también ha surtido efecto el hecho de haber quedado en segundo lugar cuando todo el mundo le asignaba el primer puesto.
De otra, está Jaime Mayor Oreja,-que en inglés se dice James Big Ear- que queda para el segundo puesto eso de los abusos sexuales a niños y niñas. Pone el casposo y bien peinado D. Jaime, conducido por el nostálgico obispo Cañizares, en desastre moral el problema del embarazo y da como vaselina a las “comprensibles” debilidades que, a lo mejor, condiciona el celibato irlandés. Ya ven con qué facilidad pueden justificarse cualquier tipo de erecciones europeas,… estamos en el tiempo apropiado. A lo mejor por eso dice que esta es para él la campaña más sucia en los últimos terinta años.
Sobre si el caricato ético puede ser validado por un posible número de visitas anónimas, nos sigue mostrando otra de las torceduras democráticas inventadas por esta derecha que quiere ser triunfante: quisieran deducir el domingo que, probablemente, el perdón existe; así es que no tenemos por qué preocuparnos, parece que da igual traje que desnudez.
Quede entonces el segundo, que lo mismo habrá gente dispuesta a perdonar.
Goyo
01-jun-09