Francisco Muñoz, que además de culto es Consejero de Cultura, ha conseguido de nuestra región extremeña un nivel de “culturismo” impensable hace años; el nuevo culturismo es el creciente turismo destinado a emborracharse de cultura extremeña, de calles humanas, de paisajes quietos, de edificios sanos, de sabores incorruptos,… o si lo quieren de otra forma, debiera denominarse «culturismo» al diseño cultural que empuja al turista al ocio creativo y al disfrute artístico compartido con las gentes.
Paco Muñoz quiere ser Alcalde de Badajoz, y ya ha comenzado a lanzar ofertas sin rebajas: piensa que para un mejor desarrollo de sus políticas necesita un senado, un colectivo de personas mayores listo para llamarse «Consejo Municipal de Mayores», elegido entre los cerca de cuarenta mil pacences mayores de 65 años y que habitan su ciudad. Sobre las funciones, los límites y el procedimiento de elección creo que se escribirá mucho; pero hoy sólo quiero pensar en el alcance de la idea.
En el campo de estudio de la Antropología Social y Cultural, no existido jamás una civilización, tribu o grupo humano que no haya utilizado y protegido la sabiduría y la experiencia vital de sus miembros. En los mejores tiempos de la república romana, el imperio confió las habilidades políticas a los viejos -senectus- que aún guardaban salud, la bimilenaria iglesia ha preferido siempre la vieja opinión a la joven apuesta,… Dice Paco Muñoz que los centros actuales de los mayores «rozan la indignidad en el ámbito de la participación»: es verdad, con la misma intensidad que nos hemos creído que debemos proteger a los mayores, los hemos etiquetados como sujetos portadores de opiniones inútiles; todo una grave pecado humanista, un insulto a la inteligencia, una pérfida adoración a la efebocracia.
Al grito de «jóvenes, los queremos jóvenes» se desprecian valores que nada tienen relación con el tiempo vivido o el que queda por vivir. Otra torpeza política incrustada incluso dentro de los dirigentes actuales de todos los partido, como si nadie apluadiera que la mayor aspiración democrática estaría en convertir a todo el mundo en un presunto gobernante.
Bravo por Paco, que es culto y quiere empezar a ser viejo siendo Alcalde de Badajoz.
Que la edad y la ciudad te lo premien.
Goyo
19-ene-07