Pensiones

 

La conciencia social se destruye con mucha más facilidad que se edifica. Aquello que los partidos de la izquierda europea fabricaron a lo largo de la última mitad del pasado siglo, se ha demolido en apenas dos lustros del presente. En sustitución, sobre el solar abandonado, sobre cimientos bien armados, se levantan los nuevos edificios de la ignorancia y del engaño que son los puntales necesarios para asegurar el egoísmo.

Parece que aún preservamos el indudable valor de la educación como elemento autoliberador, como instrumento que abre puertas al mundo del trabajo y como avío culto que nos traslada a otros espacios y a otros tiempos. Durante el periodo de la infancia toda educación es poca, en el de la adolescencia nacen las dudas y puede escaparse como agua entre los dedos, en el de la juventud se desmorona por la clarividencia de este futuro tan nítido donde a pesar de los esfuerzos de ampliación y perfeccionamiento, se resquebrajan las aspiraciones; pues no por mucho master se accede a la tierra prometida de prestigio y salubridad económica.

Para la superación de esta ruda travesía, y en vistas claras de las penurias personales y sociales de nuestros paisanos, de esas trabajadoras y de esos trabajadores que se encuentran en la edad más acertada para el mejor rendimiento, se ha diseñado por los pensadores de la CEOE un nuevo contrato social; eso sí bastante alejado de aquel revolucionario propuesto por Jean Jacobo Rousseau.

Se trata de un contrato de formación para las personas mayores de 45 años que se encuentran en paro. Es mejor que no aclare qué cantidad engordará la nómina de aquella gente que acceda por no sé qué tiempo en averigüe usted qué escenario laboral. Haga un esfuerzo y conozca las condiciones que podrá encontrar en cuento les llegue la noticia del júbilo.

Mi gran duda de hoy es si puede denunciar ante la alejada Justicia esta ofensa y desprecio; pero en estos días, y más habiéndose marchado Forges, hay que andar muy taimado en lo que piensas, dices o escribes; pues lo sutil puede ser interpretado como pérfido y hasta una falta provocada por el asco, puede ser elevada al cajón de los delitos de odio.

Ya ven, yo quería aportar mis dudas sobre las futuras y presentes pensiones; pero se me cuelan otras certezas sin pedir permiso.

Goyo

02-mar-18

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