796.395 es el número que en Madrid facilitó la APCE. Se refiere a las viviendas que hay en stock, terminadas, dispuestas y sin vender; vamos que entre las que se debieran rematar porque les falta poco, las ilegales y las escurridizas, lo mismo se necesitan seis ceros para redondear la cifra.
Lo que dicen estos señores -entre los cuales cabe esperar que se encuentre alguna señora- es que piden al Estado que compre los pisos que ellos ahora no saben vender y que antes tan ricamente lo hacían, y que ellos con tanta inquietud promovieron. Los muy abiertos de espíritu, que tienen el pecho a punto de reventarse de magnificencia, dicen que han de ser las distintas administraciones quienes los adquieran, creando una sociedad pública que se quede con parte de estos pisos para “realizar política de vivienda”. Porque de esta forma, se presentaría el punto de partida para la recuperación del sector y la generación de empleo.
Supongamos ahora que Don Estado tropieza en la estupidez y adquiere el chollo que después vende o alquila, según los sensatos consejos de la APCE, y así este radiante colectivo reinicia de nuevo el vigor sectorial; una vez rematada la faena, ¿ a quién coño le van a vender los nuevos pisos?
Goyo
19-abr-09