El agua, que es la cuna de los zumos, del vino y de vida, tienen un corazón así de grande, aunque no pueda mezclarse con aceite.
El zumo simple y no adulterado de la aceituna, obtenido al romper y estrujar la pulpa, se llama aceite; curiosamente ninguna aceite se vende bajo la etiqueta «zumo simple de aceituna». Y es que la simpleza solemos complicarla con un poquito de adulteración: a lo que me sale, le añadimos un poquito de cosa parecida y… voilà, ya hemos multiplicado las frutas y sus líquidos sin llegar a ser milagro.
No se habrán preguntado nunca sobre la diferencia entre «zumo natural de naranja», «zumo natural a base de jugo de naranja», » puro zumo natural de naranja exprimida», «zumo natural de naranja extra», «zumo a base de concentrado», «zumo extra de naranja natural», «bebida natural a base de zumo concentrado de naranja», … ¿ Tan difícil sería para las autoridades de consumo definir la bebida que se va a comerciar en función del porcentaje real de fruta líquida?. Todo ello sin perjuicio de encontrar nuevas titulaciones: «Verdadero y auténtico zumo fifty/fifty«, «Zumo centenario»,… »
Hoy registra la noticia de Público, el primer invite para regular tan tenebroso vocabulario fijándose en el oro verde. La otra noticia, avisa que hay que tener mucho ojo con las botellas que dicen que tiene aceite virgen extra en su interior ya que «algunas botellas podrían tener un producto de calidad inferior a la indicada». Creo que lo más sorprendente está por venir; dicen que han hecho 600 inspecciones en diversas almazaras y que con ellas se han iniciado 80 expedientes sin que conozcamos hasta el motivo concreto de cada expediente. Estoy esperando saber qué marca conocida o desconocida ha tenido el inmenso error de embotellar aceite pura y simple cuya calidad sea muy superior a la indicada en la etiqueta.
A esperar.
Goyo
25-nov-10