Otra vez.
Ahora llegan las prisas adecuadas, la falta de mantas adecuadas, falta el agua potable, los medicamentos y los médicos, faltan las casitas de tela y la multitud de cajas de comida y ropa para los que siguen con mala vida después del ciclón filipino.
El 7 de noviembre, el pasado jueves, en Twitter, Emilio Rey presentó una avance cierto de la presencia del ciclón bautizado como «Haiyan«. Este era el aviso
¿Os acordáis de Katrina? Fue un huracán asesino. Bueno, pues mirad la comparación con #Haiyan Estoy flipando: http://pbs.twimg.com/media/BYgV-NCCQAA1LfA.jpg …
Y al buscar la imagen comparativa que facilita el enlace, observamos estas dos expresiones gráficas; la de la izquierda es el gráfico barométrico del Katrina, la de la derecha es la radiografía de Haiyan.
Yo le comenté a Emilio que el Haiyan tenía toda la pinta de ser casi un agujero negro.
Más no hice. Y me arrepiento.
Yo soy un curioso simplote, miedoso de las inclemencias que con tozudez y frecuencia nos presenta el coñazo de lo que hemos dado en denominar «cambio climático» -y que me perdonen Rajoy y su primo el físico- pero estimo y me creo que la información que maneja Emilio y la que manejo yo, debió haber llegado a las mentes y a los estamentos que tienen como misión la protección de las personas y de los bienes amenazados por el curso y las condiciones de paso de semejante dragón meteorológico.
Vistas y conocidas las imágenes, ¿se calculó determinado nivel de catastrofismo por la zona de las Islas Filipinas? ¿ No se pudo/supo proteger mejor las cosechas, las ciudades, las personas,…? Si se anticipaban tales peligros, ¿no se pudo comenzar el almacenamiento controlado de mantas, medicamentos, víveres, vacunas,…ya el mismo día siete para que pudiera estar todo dispuesto antes del día de ayer?
Hoy hay muchas palabras e imágenes que certifican la desolación; demasiadas,… demasiado tarde.
Goyo
11-nov-13
Una banderita para Don Emilio.