A la plaza!
A la plaza, que es de todos,…
de todas las hilanderas que posaron,
de los letrados obreros
y de los desventurados.
En la plaza,…
se sientan a sacudir
las colmatadas conciencias;
aprenden a distinguir
entre lo nuestro y lo ajeno,
entre la enorme distancia
que se mide con dinero.
Por las mañanas de mayo
fueron ávidos obreros
a solicitar del amo
jornal de una dura siega:
“Tú,… no me vales”
“Tú,… para luego”
“Tú,… cuando votes”
Y así fueron construyendo:
vecinos,
cuartos sin muros,
acampada bajo el sol,
tiritonas en la noche,
clamor de razones crudas,…
la plaza entera recoge.
(Para los que están fuera de la plaza.)
Goyo
20-may-11