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O entre todas y todos nos abrimos a la confianza incómoda de escuchar razones distintas, o conoceremos bien pronto que el partido político más poderoso y peligroso es el de la abstención. Ya no tenemos tanta «identificación con el Estado«, y se aprecia una clara tendencia en eso de»cada uno a lo suyo«.
Mientras seguimos pensando en mejorar, ahora que está lejos aquel mayo del 68, escuchad al rojo Daniel.
Goyo.
31-may-10