El uno de agosto comienza con la muerte de Quino. Perro amigo nuestro, rebelde como cariñoso y desobediente como incansable lamedueños. Un coche violentado tuvo que golpearlo y arrastrarlo para que no sintiera nada en la ida.
David estuvo casi presente. Angelita recibió su segundo maltrato que le recordó la ida de Estrellita, también en agosto del año pasado. Luis no acaba de entenderlo. Ya he escondido su caseta. Ya lo he enterrado. No quiero hablar más, ni pensar menos.
¿Por qué no se habla de la muerte en las escuelas?
Goyo
01-ago-10