Paro al paro

 

 

 

Aquel que anunció que antes de gobernar con recortes sociales se cortaría un dedo, se arropó con buena noticia el mismo día en que el Papa se desnudó de poder mundano. Según la prensa, nuestra región ha cumplido el compromiso de no superar la trampa del déficit y ha demostrado ser obediente a las troikas de los madriles y de las bruselas. Además, esta vez hemos quedado como los mejores cumplidores del país. Dice el presidente que los extremeños han hecho un gran esfuerzo; quizá algunos extremeños piensen que los gobernantes han demostrado grandes debilidades. Siempre tendremos la diversidad suficiente para seguir dudando, pero… ¿ qué hacer con el déficit laboral?

 

A un año recién cumplido de la Reforma Laboral que provocaría contratos urbi et orbe siguen las descalabradas cifras que ya ni siquiera satisfacen a la patronal. Las empresas de todos los grosores y los trabajadores de todas condiciones estrenan el año con la cuerda más apretada. Los despidos ya no extrañan, las disminuciones de los servicios públicos ya se vician, el descrédito de los políticos se incendia y los funcionarios recogen desventuras y futuros cada vez más amenazantes. El desconcierto se corona con la inquietud creciente de los pensionistas. Milagrosamente, la palabra “emprendedor” sigue cautivando.

 

Si tal ha sido el éxito recortador y tan seguro el control del déficit, ya no deberíamos temer a que se contraten menos enfermeras, a que el profesorado que cae enfermo tenga su sustituto, a que la higiene en los centros escolares no se deje al aire del “es que no se puede”, que no se reduzca plantilla de equipos de prevención de incendios forestales, que no se achiquen ayudas a la Uex, que el servicio de ambulancias sea servicial, que se recorten las colas de las oficinas del paro,… Es decir que se prometa al menos que el colectivo de personas que trabajan para lo público no disminuya más.

 

Debemos exigirnos que no se reduzcan ya empleos en ninguna de las instituciones públicas, ni en las semipúblicas, ni en las empresas privadas que trabajan para lo público…; quizá así las organizaciones empresariales podrán sumarse a esta apuesta: se acabaron los recortes en el empleo. No más despidos. No más aumento de las cifras del paro.

 

¿Creen que yo dudo de esto?

 

Goyo

19-feb-13

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