Se necesitan peones

Otra vez me alegro de tener buenos amigos. Uno de ellos, Kiko Monterroso, lleva diez años organizando ediciones en favor de la «tierra» y la «libertad» y se conocen en nuestros alrededores como los «Premios Tierra y Libertad Pablo Naranjo Porras».

Don Pablo Naranjo Porras fue maestro y profesor perseguido – y curiosamente respetado- por el sistema franquista. Don Pablo era enjuto y delgado, puro nervio académico, dulce socialista.

Este año volveremos a recordarlo por décima vez en la fecha emblemática del Primero de Mayo en el pequeño pueblecito de Aldeacentera (Cáceres). Kiko, que es el Alcalde, y los organizadores del evento (los colombianos Fabián y Hortensia) anuncian que están invitados Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel. También vosotras y vosotros.

Los que nos perdemos en estos parajes pacíficos y lejanos, no olvidamos que fue precisamente en Aldeacentera donde de iniciaron y organizaros las dos primeras Jornadas de «Socialistas en Red» una apuesta que tristemente fue abandonándose.

Ahora, se desea llevar a efecto la creación de un foro de acción de «constructores de paz» y se necesitan peones.

Goyo,
a tres días del tercer aniversario del inicio de la Guerra de Irak.

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Observo que suele ser cada día más frecuente la aceptación de que la disposición espacial de las personas que se reúnen para decidir algo, tiene mucho que ver con el resultado de la decisión.

Ya lo descubrieron los griegos al utilizar el ágora y el diálogo peripatético, lo practicaron con cierto éxito los romanos en el senado y lo modificaron a su antojo agustinos y escolásticos para gloria adversa de los principios evangélicos.

Recordad por ejemplo las disposiciones arquitectónicas del mensaje de gobiernos teocráticos, monárquicos o dictatoriales: se planifica el espacio para que se muestre evidente que sólo hay un artista que emite el mensaje y otros muchísimos acondicionados que han de tener u ostentar una doble disposición: la de escuchar y la de ser impedidos para que puedan reaccionar ante el emisor. Así se impone el dogma, se edifica la verdad única y se asegura la obediencia.

No obstante, ha habido momentos históricos de cercanía al auditorio; la Iglesia, que fue una de las instituciones más avispadas, introdujo arquitectónicamente el púlpito lateral; era ello una muestra de tibieza en la distancia y de humildad en el traslado de mensaje, de hombre a hombre, sin necesidad de lanzarlo desde el altar; claro está, de nadie feligrés se espera que levante la mano para pedir la palabra. ¿ Quién va a tomar diálogo de lo que el Espíritu Santo pone en boca del sacerdotiso? (¿Os dais cuenta que para los monoteístas no ha sido nada bueno el papel de la sacerdotisa?)

Un caso de evolución más acusada se fijó en la estructura ocupacional de los escaños del parlamento inglés: el que habla se encuentra en el centro de todas las miradas, en la cota baja del relieve de la sala y cargada su espalda de apoyos; a la vez, tiene de frente y a mayor altura a todos sus adversarios. Creo que una de las disposiciones arquitectónicas más acertadas para asegurar libertad a los valientes.

Así cuando uno asiste a una reunión donde, los unos se ponen el alto, con micrófono y con disposición de “enterados”, me alimento de rabia y pienso que debe ser pronto el tiempo en el que les entre miedo por lo que dicen y por lo que no dejan decir a los que, aparentemente, están más bajos, callados y sumisos.

Así pues, señores arquitectos, cada vez que diseñan un altar democrático, un foro de sordos o una asamblea al uso, están ustedes participando de chabolas del diálogo por muchos dineros que tapen sus dictadoras líneas.

Gigantes contra molinos


Escondidos en los frescos valles, entre frondas ribereñas y peñas grises, los molinos de aguas de torrenteras apenas molestaban la visión del paraje. Las noras, la lentas noras no hacían otra cosa que acompañar al asombro natural y eso se llama en tecnicismos del XXI ausencia de impacto visual.

Nadie podía entonces sentirse ni amagado ni herido en dar disfrute a los ojos. El equilibro de ruido rutinario del agua, el olor a frescura y el saco repleto de esperanza blanca de pan, hacían de los molinos y de sus molineros enseres de sueños y casinos de humildes progresos. (Me visita ahora el recuerdo de que fue hace miles de años el oficio femenino de molturar el grano a vuelta primitiva de piedra o a golpe seco de palo seco. Dejad que se recuerde.)

Sigo diciendo que al reducido compendio de mis saberes no ha llegado noticia de que alguien se levantase en iras ecológicas cuando en los aislados oteros manchegos se izaron los primeros molinos de viento. Los astutos de la época no solo cambiaron el fluido líquido por el aéreo; se cambió valle por cerro y verdes por ocres. No tengo reseña de algún tipo de crítica o protesta regia o plebeya por la instalación de los molinos de viento. Eso sí, sabemos que alguien que quiso atacarlos le adjudicaron “ad aeternum” la etiqueta de loco. Gigantes parecían. Hoy son cultos turísticos.

Hoy tienen tres largas palas en lugar de cuatro, (para los pitagóricos, el número tres es más perfecto que el cuatro) con un diseño aerodinámico que logran en sus puntas velocidades cercanas a los 300 Km/h con vientos de 60 Km/h: un prodigio de diseño multiplicador que se utiliza para la producción de energía eléctrica.

Los aerogeneradores tienen detractores por varias razones; la más conocida de ellas es la inclusión de su figura gigantesca en paisajes habituados a la tendencia horizontal o a las suaves siluetas del horizonte. Sobre este gusto se sigue escribiendo mucho, desde luego, aún no se envían felicitaciones con postales de los modernos molinillos. Otro de los ataque lo reciben a causa de los cambios freáticos que la estructura de cimentación requiere; bueno, esto es para desarrollarlo otro día.

Sin duda, el factor contrario más potente de los aerogeneradores se establece cuando se comprueba que un gran número de aves mueren destrozadas por la velocidad de las puntas de las palas al pasar por su campo giratorio; la aves desconocen algunas leyes de la Física y eso de la velocidad radial les suena poco.

Y es aquí donde entro yo y me pregunto ¿por qué las aves chocan o se dejan golpear por las palas giratorias?, ¿…acaso no las verán?. Quizá sea eso, que las aves no perciben el campo afectado por el movimiento de las palas.

Una vez, se me ocurrió preguntar ante un grupo de buenos conocedores si alguno o alguna sabía o había oído algo acerca de cómo ven las aves…, de cómo ven los colores…, de si ven los colores de forma distinta e igual a los humanos,… y nadie me supo responder. Ni me respondió. Ni mostró intenciones de indagación o sorpresa, más bien yo me notaba observado como pájaro raro.

Ayer fui a Madrid a asuntos de corte parecida. Otro grupo de conocedores, (incluido en señor Alcalde de Tarifa que ha recibido informes variadísimos de las más variadísimas asociaciones ecologistas) recibió la misma interpelación; todo sigue igual.

Y en espera de lo que pueda responderme el señor Alcalde de Tarifa, ¿hay por ahí algún oftalmólogo o veterinario que nos pueda dar luz?. ¿Por qué todos los aerogeneradores son blancos?. ¿Qué tal si ensayamos con otros colores?.

Si señor, a pagar la entrada.

Los verdes acaban de proponer que los visitantes que accedan a la capital del reino abonen una tasa de 6 euros por/para circular por el centro de la ciudad.

Creen los verdes que la anunciada medida del Ayuntamiento de Madrid de prohibir que automóviles viejetes, de más de quince años, visiten las plazuelas y transiten las calles castizas, no servirá de nada. Tendremos/tendréis prácticamente el mismo nivel de contaminación. Eso dicen.

Parece ser que las ciudades insostenibles han de ser sostenidas con dinero. Esta tarde iré a Madrid, llevaré las seis monedas para/por si acaso.

Después, cuando regrese, pensaré si es conveniente que los extremeños pongan/pongamos una tasa (preventiva-coercitiva) para después utilizarla en limpiar los campos que se ensucian.

Polvo de Madrid


Comenta nuestro amigo Manolo Saco que no puede evadirse de narrar su impresiones acerca del polvoriento Madrid, de cómo pican las gargantas y de como los capós de los coches reciben los mensajes apuntando consejos de limpieza. Ahora resulta que dicen que a los polvos de Madrid se añade un polvo sahariano, como si la culpa también fuese de mi amigo Mokhtar Atitar de la Fuente.

Vuelvo en contra del urbanismo de las ciudades insostenibles. Las masas de los ciudadanos que habitan en ciudades como Madrid deberían sentirse tan agraviadas como los musulmanes de Iraq, de Sumatra o de Pakistán: es una caritatura de ambiente lo que Madrid expone, es un atentado a los valores de salubridad que nos revelaron nuestras divinidades sociales. Claro que como en eso de las creencias sociales no tenemos fundamentalistas radicales extremos, aceptamos que lo «popular» invada todo impunemente.

No es verdad que los dirigentes de Madrid hagan cosa similar a esa que nos ha mostrado un vídeo con soldados ingleses haciendo de los árabes pingajos humanos; el trato que una ciudad insostenible impone a sus habitantes (plantas, pajarillos, mujeres, alimañas, edificios…) es infinitamente más educado y perverso.

No hace falta vídeo, pásese por Madrid cualquier día.

Un urbanismo imposible

He pasado tres jornadas muy intensas en esta semana, tres días completos repensando y abriendo espacios mentales a las muchas opiniones que nacen y crecen en el mundo rural. Las hemos convivido con personas de muy variada condición profesional y diversidad política, en un paraje ambiental de trabajo digno de los más beatos monjes (Conventual de San Francisco) y en ambiente urbano de la pequeña ciudad de Cáceres.

Ahora mismo tengo un diseño mental muy confuso de todo que he aprehendido para utilizarlo más tarde como elementos analíticos de aprendizajes llamados significativos. Tengo un hermoso lío en la cabeza. No es turbante. Sí turbador. Y lo mantengo con la seguridad que te dan las cosas que se presentan agolpadas para no irse. Da igual comenzar por cualquier dato. Puedo pasar al cuarto párrafo y volver al décimo sin haber leído el séptimo. Todo importa. Todo interesa.

Tenemos un tiempo que sólo sabe esperar a quien trabaja con ideas.

En el mundo rural se siguen guardando saberes sociales, esencias antropológicas, que perduran y conforman cohesión social sin necesidad de comunidades de vecinos o de viviendas adosadas. Tareas, oficios, herramientas, música, danza, fiestas, valores,… sistemas de organización humana que se resisten a desaparecer ¿Qué cultura tendrían las ciudades si antes no hubiesen existido los pueblos?

Luego me pusieron al lado de ambos oídos y entremedio, la desgraciada nota de la penuria de los sueldos de los alcaldes y concejales de los más de ocho mil pequeños pueblecitos españoles.

Luego , por lo que dijo y estaba diciendo un andaluz, me compuse la idea de que a mí me gustaría participar en hacer personas sabias, críticas y libres para que entre todos nos celebremos en una democracia más honda y más extensa.

Una cercana y prometedora Ley de Desarrollo Rural que no sólo ayude a conceder economía de justicia a la gente, sino que le devuelva la dignidad sin que medie la compasión. …a que luego todo el mundo va a querer ser rural?!

Luego estaban los urbanicidas, los que aterrorizan el territorio con palacetes postmodernos y la anomia ciudadana de los que pagando sus impuestos, callan vergonzosamente construcciones ilegales que inician para guardar el perro y agrandan cuando echan al perro y se meten ellos. Después de ese luego, pagamos entre todos lo que tardamos en pagar en esta España que heredamos de Franco: sin luz en los pueblos, sin agua limpia en los pueblos, sin alcantarillado en los pueblos.

Luego pensaba que la mujer o el hombre que lleva el control de la matanza del guarro, tiene un esquema mental y un “time-table” más exquisito que el cuadro de guardias de un hospital. ¿ Os habéis parado a pensar lo que se necesita antes, durante y después de una matanza reglada? Luego pienso en Arquitectura y Democracia y de cómo se restan valores de mensaje según y conforme el emisor y el receptor se condicionan por las paredes, el mobiliario y la disposición. Ya hablaré de esto otro día. Todo esto lo pensaba aunque no lo decían

Luego pienso en el Serprona, que podría utilizarse como el medio más eficaz para la protección del territorio y que los satélite artificiales podrás ser la policía urbanística. Un experto de la Sierra de Madrid dice que lo pensará. Llego a casa y me encuentro con la noticia de que Madrid va a tener su parque en la Sierra (¡?) …. hasta ahora no se han dado cuenta esos ruralicidas? No, perdón, no habrán sido ellos; habréis sido vosotros. Vosotros, los que entendéis que el urbanismo es también la manera cuidada de ser, presentar y conducir las cosas en sociedad. No de la manera tan zafia que hoy escribo.

Luego me entero que el jurado del World Press Photo 2005 ha otorgado al canadiense Finbarr O’Reilly el premio de mejor foto del año, por un instantánea que muestra las consecuencias de la hambruna en Níger.

Luego os contaré más cosas.

Goyo

10-feb-06

Extremadura dispuesta


Amigas y amigos:

Estoy junto a Carlos, alcalde del municipio cacereño de Montehermoso. (El nombre lo dice ya todo).

Acabo de escuchar a J.C. Rodríguez Ibarra ideas muy próximas a las que os he mandado en mis posts anteriores (Quatiduuem versus Tridum y Asfalto (4) Terruño(3)). Me alegro de tanta coincidencia.

Estamos utilizando un ordenador de los más de una docena que la Consejería de Desarrollo Local ha dispuesto para uso libre de los alcaldes, concejales y técnicos asistentes al II Foro de Desarrollo Rural y V Foro de Admón. Local.

Mi compadre alcalde flipa. Os mando la foto del jefe. Estoy haciendo como de corresponsal novato. No os riáis.

Capello


«… el calor y la creatividad latina, pero con un orden riguroso que dejó Franco» Esa frase es una de las notas con las que el entrenador de fútbol Fabio Capello hace repaso de su estancia por este país tan nuestro.

Lo del calor es verdad, lo descubrió ya Einstein en 1905 (E=mc2; España = mucho calor). Lo de la creatividad latina, bueno,… en eso estamos a pesar de los ocho años de gobierno de Aznar. Pero que este buen señor nos quiera ahora presentar este país como ordenado y riguroso a las maneras franquistas es algo que al menos para mí merece alguna aclaración.

Cuando el señor Capello pasó por aquí su temporadita, los futboleros y no futboleros ya sabían distinguirse de los tifossi, sin necesidad de que el dictador FF hubiese regulado la práctica del fútbol dentro de los Principios Nacionales del Movimiento.

No sé si la frase del señor Capello connota añoranza de orden, añoranza de Franco o manifestación de en qué manos queda su país después de los asesinatos de los jueces Falcone y Borsalino; lo que yo pienso es que Franco dejó muy poco ordenado salvo el terror a la libertad y el intento de encuadre ideológico bajo el marco de una iglesia que lo único que mostraba de las esencias evangélicas era la cruz.

Me parece bien que los futbolistas y entrenadores se dediquen a opinar sobre políticas y políticos. El caso es que no falte libertad de expresión y se sigan dando facilidades para aclarar más las cosas.

Otro día hablaré de fútbol.

También la perdiz en celo

Nos cuenta ahí al lado Manolo Seco sus impresiones acerca de la demostrada inclinación hispana por la tortura y la muerte animal gratuita. Me confieso que yo también he sido un salvaje; muy pocas veces, es verdad, pero me confieso haber matado sin necesidad vital que lo justificase (no lo necesitaba para sustento económico o soporte alimentario). Ya no lo soy.

Por eso quizá siempre he tenido claro mi rechazo hacia la «fiesta» de los toros (un toro, en nuestra cultura patria, no ha sido nunca objeto de caza como si de un búfalo se tratase). Los toros, además de aburrirme si no tengo a mi amigo Julio Martín al lado, me presentan una estudiada y programada muerte, regulada con tanta exquisitez, que cualquier desvío es motivo de pitos contra «el maestro». El «maestro» lo es porque alecciona y conduce todo el vigor instintivo animal hacia la domesticación de la misma muerte cuando el toro muestra la cerviz.

En este campo de muerte estructurada a resultas del instinto, existe otro tipo de proceso cinegético que quizá tenga próximo su fin: La caza de la perdiz con reclamo quedará prohibida en toda España si sale adelante la nueva normativa cuyo borrador ha dado a conocer el Ministerio de Medio Ambiente.

Según el texto del anteproyecto de Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, esta práctica cinegética dejaría de tener cobertura legal; pues el artículo 112 del borrador, en su apartado «b», dispone: «Queda igualmente prohibido con carácter general el ejercicio de la caza de aves durante la época de celo, reproducción y crianza”.

Hasta ahora, y según la Ley de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres aprobada en 1989, esta práctica estaba permitida. De este modo, aunque también se prohibía la caza en época de celo, se contemplaba, en una disposición adicional, una excepción para la modalidad de perdiz con reclamo macho «en los lugares donde sea tradicional», como es el caso de nuestra Extremadura.

Pues bien, sobre este asunto, el señor secretario general de la Federación de Caza de Extremadura, manifestó que en este momento se está estudiando la norma propuesta para presentar las alegaciones o proponer los cambios que se crean oportunos cuando finalice el periodo de información pública. He aquí todo su argumentario según registra la prensa; de mantenerse la redacción actual del texto, «nos puede hacer mucho daño».

La modalidad de caza de la perdiz con reclamo ya ha sufrido otros intentos de prohibición, pero la movilización de los cazadores logró que se recogiera como excepción dentro de las prohibiciones en las normativas nacionales y regionales.

Para aquellos y aquellas que en algo ignoran la tendencia a sofocar el instintivo depredador humano conociendo los imperativos de conservación y sexo de la aves: tú coloca a una especie de boy el pleno territorio de mujeres guerreras y a la primera que acuda, descerrájale dos tiros mientras viene desfilando y mostrando sus encantos naturales escuchando el reclamo del perdigón.