Prometí a Marta la navegante que hoy escribiría una carta a las muertas; pero no me sale ni la cabeza ni los pies. Cuando esto ocurre, lo mejor y atizar el desafío con un poema y envolverlo con respeto.
Mujer de quebranto,
sensación confusa que mi pena enciende,
despierta del sitio donde nada es sueño
y revive otra historia que no se repita.
Mujer quebrantada
de músicas y de bailes locos,
camina en tu casa como si no tuvieses palacio
y déjame que bese lo que te rodea.
Recuérdame que soy débil
y que debe ser fácil utilizar la tentación como cariño,
que revisar el amor no requiere señal indeleble,
que en las bandadas las aves son fieles a su pareja,
y no me dejes que pronuncie :»te quise» .
No me dejes que pronuncie «te quise»,
que tenemos pendiente muchas cosas.
Goyo
14-feb-08