Están debidamente almacenadas en audio/vídeo; pero deseo volver a resumir por escrito el mensaje que divido artificialmente en cuatro píldoras y que aprovecho la nueva compostura para incidir en algunos puntos que quizá hayan quedado oscuros en la exposición o en las respuestas a las dos preguntas que surgieron del público. Así mismo, añado alguna que otra precisión que quedó sin precisar cuando intervine.
1.- Blogosfera portuguesa, Blogosfera extremeña.
Orígenes y restricciones.
No creo que siempre sea positivo adjetivizar el término “blogosfera”; si lo hacemos, fomentamos el riesgo de cultivar contradicciones. Eso sí, para facilitar el estudio de la Anatomía y la Fisiología de este nuevo ser vivo, nos conviene creer y crear modelos al uso para evangelizar a los infieles de San Google y de la Santa Internet.
Para el hombre entero nunca han existido fronteras; incluso las que algunos geógrafos y algunos políticos se empecinan en disponer como “naturales” siguen siendo artificio de poderosos que, además de creer que son dueños de las personas que allí viven, lo son de las tierras, de las aguas y de los aires que nos acogen. Dicen que los ríos, los montes o los mares son “fronteras naturales”; y olvidan que las organizaciones humanas de pescadores o de campesinos toman los ríos y las riveras para compartir y para convivir,… justo hasta que llegan dos ímbéciles que aspiran a ser poderosos y deciden separar las orillas. Si ascendemos a los montes, los pastores y los cazadores usan las cumbres lo mismo como sitio de encuentro que como ruptura de límites: las cumbres no están hechas para separar; ¿nos os dais cuenta el nombre con el que bautizan los grandes dirigentes los encuentros concebidos para entenderse?.
No creo en la existencia de “fronteras naturales”, por eso creo en Internet. Y el análisis y alcance de las “fronteras artificiales” lo dejé postergado ad infinitum.
No debe ser muy saludable para mi opinión distinguir entre “blogosfera extremeña” y “blogosfera portuguesa” porque aspiro a que no existan separadas y distintas; y ese es uno de los fines ideológicos que nos hemos marcado en el efindex07 y que justifica la organización de esta mesa.
Sólo tenemos ante nosotros las pesadas fronteras del prejuicio, de creerse “más que” o “menos que” y de no creerse “capaz de”.
Sin que nadie lo haya anunciado a bombo y platillo, sí es verdad que existe una persintencia educada y laboriosa dirigida desde el “Gabinete de Iniciativas Transfonterizas” de la Junta de Extremadura y una acusada y firme respuesta por los vecinos, las empresas y la sociedad alentejana, lusitana o portuguesa; cualquiera de los nombres me vale. Dejar estas iniciativas y reconocimientos mutuos sin agasajos es imbécilmente injusto.
Disponemos de una reducida limitación por utilizar dos idiomas diferentes; pero nos hemos demostrado -con mayor profusión en el lado portugués- que de las mismas raíces léxicas surgen los mismos entendimientos. Y si acaso hay que adentrarse en las diferencias, lo será por motivo de gozo; cosa que explicaré más adelante.
Para la tradicionalidad, son más importantes las limitaciones de espacio y tiempo pero a estas horas, son cada vez más reducibles con el uso de los medios tecnológicos que actualmente utilizamos para comunicarnos.
Goyo
06-nov-07