Ahí, como dispuestos en cautela para lo próximo y en tristeza serena por lo pasado, encuentro a este grupo de personas que no me parecen desgajadas como el viejo tronco que los honorifica. Un roble desboscado se presenta como la cubierta de otra nueva historia que recogen personas de nuestra historia, siempre tan desconocida, siempre tan oscura.
La lectura productiva de la crónica del El País y el deleite aleccionador de la foto, son los dos primeros escalones para ascender a las alturas que dejan ver los árboles sin tapar el bosque.
La cantada Soria, quizá olvidada desde aquellos casos de Machado, se me presenta de nuevo como poesía.
Gracias.
Goyo
29-nov-11
Una banderita para los amantes de los bosques.
