«… el calor y la creatividad latina, pero con un orden riguroso que dejó Franco» Esa frase es una de las notas con las que el entrenador de fútbol Fabio Capello hace repaso de su estancia por este país tan nuestro.
Lo del calor es verdad, lo descubrió ya Einstein en 1905 (E=mc2; España = mucho calor). Lo de la creatividad latina, bueno,… en eso estamos a pesar de los ocho años de gobierno de Aznar. Pero que este buen señor nos quiera ahora presentar este país como ordenado y riguroso a las maneras franquistas es algo que al menos para mí merece alguna aclaración.
Cuando el señor Capello pasó por aquí su temporadita, los futboleros y no futboleros ya sabían distinguirse de los tifossi, sin necesidad de que el dictador FF hubiese regulado la práctica del fútbol dentro de los Principios Nacionales del Movimiento.
No sé si la frase del señor Capello connota añoranza de orden, añoranza de Franco o manifestación de en qué manos queda su país después de los asesinatos de los jueces Falcone y Borsalino; lo que yo pienso es que Franco dejó muy poco ordenado salvo el terror a la libertad y el intento de encuadre ideológico bajo el marco de una iglesia que lo único que mostraba de las esencias evangélicas era la cruz.
Me parece bien que los futbolistas y entrenadores se dediquen a opinar sobre políticas y políticos. El caso es que no falte libertad de expresión y se sigan dando facilidades para aclarar más las cosas.
Otro día hablaré de fútbol.