Pescueza, que a mí me parece un hermosísimo nombre para un pueblo, ha organizado por tercera vez una revuelta de corte rural y naturista muy digna de apoyo; ne me atrevo a calificarla de revuelta ecologista porque cada vez más huyo de los fenómenos del gentío masivo como muestra indiscutible del respeto a la Naturaleza. Pero el aparataje festivalero, que hasta ahora ha seguido desarrollándose en un pueblo que apenas llega a soportarse con sus doscientos habitantes debemos protegerlo, incluso sugerir que para la próxima edición se organice para que no sean más de diez mil las personas asistentes; no vayamos a atropellar sin querer a algunos de los paisanos.
Parece inevitable que se apoye la idea con personajes de ganada fama, aunque el azadón sin estrenar tenga que soportar manos dulces de guitarra; no importa…, para esto también debe haber ensayos. Cuanto más azadones gastados se muestren, más fácilmente llevaremos la muestra durante todo el año, que hoy mismo nos recuerdan que este trabajo, el de convivir con nuestros árboles, es tarea permanente.
Otra cosa meritoria que hay que mejorar para acercase a lo perfecto: no esperar tanto al buen tiempo; las pequeñas encinitas deberían estar ya plantadas hace un mes.
Claro está, podemos iniciar las plegarias para que otra vez llueva pronto y abundante y así asegure el ambiente húmedo un buen arraigo. Yo, por esto último, no pude asistir, que estuve en la romería de San Benito, cantando:
«Señor San Benito
Bienaventurado,
el agua pedimos
para los sembrados
si por nuestra culpa
el agua no viene,
cuidad a los niños
que son inocentes. » (…sigue más, otro día la canto entera)
Goyo
12-abr-10
Una banderita para cualquier bellotero