Obama ha creado una tasa, -o la va a crear-, un impuesto, para que los Bancos de su país devuelvan todo un mundo de ceros y dólares y así recuperar el dinero público de las ayudas públicas que recibieron los bancos privados.
Los presentadores de la TV1 en la edición ultranocturna de la noche del jueves-viernes, se atreven a preguntar:“¿Qué les parece esto?” y también comentaron que el presidente Zapatero está pensando si “esa” idea se podrá aplicar en Europa, incluso en esta España nuestra.
No acabo de conocerme. Ignoro si mi sorpresa proviene de mi inocente sorpresa o procede de otra sorpresiva culpabilidad: ¿es que si esta lógica iniciativa no se hubiese declarado pública, todo el mundo hubiésemos inclinado silenciosamente la cerviz ante el insondable egoísmo bancario?.
El Presidente Zapatero ha dicho a este tenor que “alguna de estas ideas de Obama, le gustan”
Parece como si nunca antes hubiese habido Jefe de Estado o de Gobierno que intentase recuperar dineros que se prestaron al delicado sistema financiero.
Mi inocente extrañeza surge también porque no sé si creer ya firmemente que hay un lobby planetario (encabezado por Obama, y seguido por Zp) para crear animadversión contra la Banca grande y chica; para que los ciudadanos enteros comencemos a pensar que la usura, el descaro y otros sustantivos que me asustan, sean entendidos como la purísima esencia del papel social y altruista de las señoras y señores banqueros.
Claro que si esta gloriosa semana la hemos de terminar con las riquezas espirituales del señor Munilla, más nos vale no dedicarnos a estas pecadoras reflexiones materialistas.
A no ser que entendamos que esta España, que antes era tan nuestra, es ya de los bancos.
Deseoso estoy por conocer opiniones de la “contra popular”.
Goyo
15-ene-09