San tiago

San Tiago

Â

Era entonces el día que acaba hoy el luminoso cierre de todas las siegas, de las cargas de haces que sembraban los rastrojos y de las montañosas eras y primeras trillas. Era uno de los días en que mi padre olía a “jabón de olor” matando así el sudor castigado.


Aquel alejado recuerdo quiero hacerlo acompañar con una cercana experiencia que observé el día que presentamos a los medios el proyecto “e+” en el Ateneo de Cáceres. San tiago acababa de sufrir la encerrona para jugarse su proyecto vital de Profesor de Secundaria; era el último lance y balance de la costosa oposición. Me dijo que quizá no podría acompañarnos porque presumía que a la hora anunciada aún no habría terminado.

Se presentó tarde, alegre y acompañado de su padre. Breves comentarios. Lo que más parecía importarle era cómo había trascurrido la presentación, evidenciando la generosidad de querer hacer pronto y mucho “extremadurapositiva”, como si poco le importase su proyecto vital de ser profesor de secundaria. Al lado, estaba su padre, callado, mostrando con su quieta presencia el respeto al invento. Son de Miajadas –allí si que hay tomate-

He estado esperando el alegre notición; pero me dice San tiago que ha aprobado aunque lo más seguro es que se quede sin plaza. Han aprobado veinte y solo hay para diez.

Tengo un cuñado que se llama Santiago y, todos los años, en este día, le regalo una de las sandías que siembro.

A San tiago le regalo este post.

Â

Goyo

25-jul-06

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.