Turismo y riqueza

 

 

Observarán ustedes la extensa red de canales por donde se van las aguas del río de los dineros; los escapes no siempre son amplios y anchurosos, que en tales casos se detecta la falta grosera. Las más selectas técnicas de evacuación y evasión son diseñadas con finura fina, que por eso tal vez a estos saberes se les llame finanzas.

 

Eso de la Economía es asunto en verdad grande y tan extenso, que todos los años buscan a un personaje dedicado a decorar la riqueza con números y ecuaciones, le otorgan el premio Nobel y, alguno de ellos –conjuntamente con su adeptos- siguen ignorando que Alfred Nobel no instituyó en su testamento ninguna corona para tal reconocimiento. Tampoco lo hizo ni se mostró favorable su familia; tuvo que ser un banco quien malease la condición humanista de los galardones.

 

Se evidencia lo anterior cuando constatamos que tan excelsas leyes no sirven sino para que unos pocos sigan almacenando riqueza y un sin número de imbéciles aplaudamos y reverenciemos a los prebostes vestidos de pingüino. Es tan escandalosa la injusticia que ya no queda hueco para la revolución. ¿Qué teoría económica galardonada con un Nobel ha salvado vidas o se emplea como atenuante de la pobreza?

 

Tampoco se lleva ya lo de repartir, porque algunos ejemplares autodenominados comunistas se excedieron con lo común; así que no se vislumbra por ninguna parte teoría y acción de mercado que suavice la impronta humanoide y egoísta que se concede a la Economía nobelista.

 

El turismo en su nuevo concepto supera la atención de alojamiento y gastronomía; son experiencias que se intercambian por dinero y así fluye y se reparte con un sistema más sencillo, accesible y divertido. Para mí se presenta como nuevo procedimiento para la redistribución de la riqueza. El turismo es el motor económico de los pobrecitos. Se hace turismo tan solo porque hay algo de dinero sobrante y se traslada a otras partes y personas a cambio de servicios que se reciben en otros lugares y por otras experiencias.

 

Como el turismo implica traslado, convendría regular mejor su encanto para evitar que caiga en manos de los que se proclaman doctores en economía, que aún no me han resuelto la duda que hoy presento: si aumenta la pobreza con la misma terquedad que lo hace la riqueza, ¿no serán en esencia la misma cosa?

13-jun-17

Aguas de Cáceres

balcondeltajo

De siempre, los ríos han sido mejores caminos que las autopistas. En un río, la cultura se dispara aguas abajo, el comercio remonta como carpas en freza y los amores ligan las orillas; hay incluso humanos que utilizan la raya del agua como frontera,… habrá que perdonarlos. Nosotros hemos cometido mayores aberraciones: las aguas limpias del Tajo se enturbiaron con cientos de inocencias que pensaban al aire libre, limitamos su velocidad a cero kilómetros por hora e inundamos los mejores huertos de las simples familias. Ahora disponemos en esta provincia de inmensos lagos artificiales que producen energía eléctrica, que apaciguan tierras secas o que albergan una escasa utilidad para los amantes de la pesca.

Descompuesta la natural comunicación de aguas de arriba con aguas de abajo, los pueblos ribereños perdieron no solo los predios contiguos a las aguas corrientes sino toda la inmensa fortuna del biotopo del río más largo de la península. Algo de la luz que nos alumbra enterró para siempre paraísos naturales. Ya no hay nada que recuperar, nada que reciclar, nada que reutilizar.

También desde siempre se ha incitado a que tantos kilómetros de costa gratuita debería servir de opción atrevida ya que si el agua no se mueve, al menos podríamos mover los barcos. Y así hemos llegado a la feliz noticia que anuncia que ya tenemos barco que navega por las dulces aguas del Tajo Internacional. Lo han bautizado como «Balcón del Tajo«, que cubre la ruta Cedillo-Herrera de Alcántara-Santiago de Alcántara; tres pueblecitos aupados ahora por la atención y las felicitaciones.

Muy bien. Por si acaso este criterio es compartido, buena sería también la apuesta que revitalizase a otros pueblos como Alcántara, Garrovillas de Alconétar y Serradilla con otra aventura similar. La inmensidad del pantano de Alcántara merece otra cuidada atención que no debiera desviarse hacia fines puramente lucrativos, aunque sean caros los viajes porque parte de sus ganancias irían dirigidas a salvaguardar las costas y la limpieza de las aguas. ¿Para cuándo la noticia?

Goyo
14-mar-11
Banderita para el oscuro Tajo.
Bande