El peligro joven y las viejas respuestas.

viejo

Mucha gente proclama que el porvenir es oscuro, que la democracia que estamos haciendo no es convincente y que el mundo no se arregla sólo con las plazas (Tahrir, Sol, Syntagma, Rossio,…). Allí, en la plazas, los jóvenes testifican tanto la falta de esperanza como su búsqueda; y en sus familias, siguen bien sujetos a la incómoda permanencia por no ser capaces de fundar otra nueva. La juventud se queja porque nunca le salió bien la cosa a la juventud; por eso es tan necesaria, porque es el sector de edad que primero se da cuenta de que las viejas respuestas ya no sirven ni siquiera a las viejas preguntas.

Mis viejos abuelos no se cansaban de sugerirme que el futuro se garantizaba con el ahorro, valor de juicio que hasta ayer mismo se había cambiado por el derroche, ya que todos los esfuerzos sociales -los esfuerzos sociales también están gobernados por los mercados- han estado dirigidos a convencer con la sagrada regla de que consumir no es gastar, que consumiendo se hacía crecer la facultad de poder seguir gastando más. No solamente tiene adeptos este principio de espiral maligna, es que tiene defensores, apoyos, escuderos, votantes y gobernantes.

¿Qué ha fallado para invalidar al Estado-Providencia, protector de los más necesitados, y abrazar a cambio al Estado Esclavizante de las financieras?. Pues parece ser que los necesitados nos hemos acostumbrado a utilizar el derroche al que invitan los servicios públicos ciegos. El peligro de la corrupción social es que contagia -por abajo y por arriba- de populismo y demagogia. No es bueno recordarle a un bizco que carece de condición de tuerto; puede mirarte de través.

Nosotros, normalitos y pobres, si nos creemos que ya no hay riqueza para redistribuir; repartamos al menos el poco empleo que requiere este modelo insostenible de crecimiento y comencemos -o sigamos- explicando que eso del “desarrollo sostenible” es una falacia.

Uno de esos colectivos ocultos, al que no podemos poner siquiera una careta de Anonymous, se llama “Standart &Poors”, que significa “Normal y Pobres”. Ya somos pobres; me queda la duda si seguimos siendo normales.

Goyo
27-jun-11