Pobreza

(Foto tomada de http://diario16.com/no-es-crisis-es-saqueo/)

Los diez vergonzosos datos que definen la pobreza en España se resumen en dos: salarios bajísimos y brutal desigualdad. Las cifras de la gente experta indican que los extremos no se tocan: aumenta la riqueza de los más ricos con las mismas ganas que aumenta la pobreza de los más pobres. Los números son cansinos: el 1% más pudiente acapara la cuarta parte de la riqueza nacional, aunque me parece más doloroso que estemos a punto de alcanzar los dos millones y medio de niños tapados por el umbral de la pobreza. Y casi la mitad de los extremeños somos considerados pobres. Ni los remedios caritativos ni las teorías economicistas son capaces de frenar los dislates. Y el señor Casado augura otra recesión si el SMI sube un poquito. ¿Dónde habrá estudiado este hombre?

Quizá una de las vías resolutorias sea descubrir ciencia que agrande el humanismo; ya lo previó Alfred Nobel. Cuando el sueco plasmó su herencia en noviembre de 1895, se sintió culpable por su responsabilidad como empresario enriquecido a través de una industria productora de dinamita, cuyo principal mercado dejó de ser la minería para trasladarse a la guerra. Esta puede haber sido la motivación principal de su afamado testamento para dejar fuera a la ciencia económica. A partir de 1968, es el Banco de Suecia quien otorga el Nobel de Economía, premio no instituido por Alfred Nobel ni aceptado por su familia porque desde hace muchos años, los supuestos avances sobre verdades de la Economía, lo único que siguen asegurando es mayor beneficio para los ya beneficiados.

Contemplando el panorama económico a cualquier nivel, no parece asumible que debamos reverencia a modelos o sistemas remediadores de la pobreza; los descubrimientos se aplican provocando mayores daños a los ya perjudicados. Incluso se han concedido premios Nobel de Economía a teorías contrapuestas, quizá prueba evidente de tan débil y falaz conjunto de principios científicos.

El Nobel de Economía de 2018 ha recaído en William D. Nordhouse y Paul Romer por integrar el cambio climático y la innovación tecnológica en el análisis macroeconómico. “Sus hallazgos han ampliado significativamente el alcance del análisis económico al construir modelos que explican cómo la economía de mercado interactúa con la naturaleza y el conocimiento”, dicen los nobelistas.

Sigue creciendo mi duda.

Goyo, 22-oct-18

 

Turismo y riqueza

 

 

Observarán ustedes la extensa red de canales por donde se van las aguas del río de los dineros; los escapes no siempre son amplios y anchurosos, que en tales casos se detecta la falta grosera. Las más selectas técnicas de evacuación y evasión son diseñadas con finura fina, que por eso tal vez a estos saberes se les llame finanzas.

 

Eso de la Economía es asunto en verdad grande y tan extenso, que todos los años buscan a un personaje dedicado a decorar la riqueza con números y ecuaciones, le otorgan el premio Nobel y, alguno de ellos –conjuntamente con su adeptos- siguen ignorando que Alfred Nobel no instituyó en su testamento ninguna corona para tal reconocimiento. Tampoco lo hizo ni se mostró favorable su familia; tuvo que ser un banco quien malease la condición humanista de los galardones.

 

Se evidencia lo anterior cuando constatamos que tan excelsas leyes no sirven sino para que unos pocos sigan almacenando riqueza y un sin número de imbéciles aplaudamos y reverenciemos a los prebostes vestidos de pingüino. Es tan escandalosa la injusticia que ya no queda hueco para la revolución. ¿Qué teoría económica galardonada con un Nobel ha salvado vidas o se emplea como atenuante de la pobreza?

 

Tampoco se lleva ya lo de repartir, porque algunos ejemplares autodenominados comunistas se excedieron con lo común; así que no se vislumbra por ninguna parte teoría y acción de mercado que suavice la impronta humanoide y egoísta que se concede a la Economía nobelista.

 

El turismo en su nuevo concepto supera la atención de alojamiento y gastronomía; son experiencias que se intercambian por dinero y así fluye y se reparte con un sistema más sencillo, accesible y divertido. Para mí se presenta como nuevo procedimiento para la redistribución de la riqueza. El turismo es el motor económico de los pobrecitos. Se hace turismo tan solo porque hay algo de dinero sobrante y se traslada a otras partes y personas a cambio de servicios que se reciben en otros lugares y por otras experiencias.

 

Como el turismo implica traslado, convendría regular mejor su encanto para evitar que caiga en manos de los que se proclaman doctores en economía, que aún no me han resuelto la duda que hoy presento: si aumenta la pobreza con la misma terquedad que lo hace la riqueza, ¿no serán en esencia la misma cosa?

13-jun-17

Intranquilidad

tranquilidad
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Cada vez es más imposible asegurarse días repletos de quietud mental; no de conservadurismo ideológico, sino de sosiego intelectivo, de reposo afinado, de aprovechamiento de lo experimentado,…

Oigo como si la frase estuviera rodeada de una especie de aureola sabia: «El parado que se forma, está trabajando para el país«. No obstante, las fuerzas de la intranquilidad opinan que esta opinión es un insulto obrero.

Quizá yo sea un renegado de lo «popular» como acepción contemporánea, quizá sea un imprudente creyente del valor formativo,… a lo peor un inusitado inocente de ese principio que augura éxito futuro a todo lo que es tocado por lo educativo. Las alumnas trabajan por mi país, los maestros trabajan por mi paisanaje, los catedráticos aportan riqueza a mi ciudadanía,… y así un cúmulo de personas mejor o peor pagadas las considero trabajadoras en favor de la sociedad que nos cobija.

Incluso considero trabajadoras a las personas que afilan a diario la ignominia y el fariseísmo, incluso a las personas que piensa y argumentan al genial estilo explicado brevemente como lo explica El Roto.

Aunque deformen.

Goyo
14-sep-10

Afganistán: más razones para más guerra ?

Papaversomniferum

Mirad, leed, pensad,… fijaos de dónde viene tanto ardor guerrero. Ya nos han mostrado las poderosas razones del laberíntico sistema de guerrillas y caudilletes en aquello que fue Congo belga; ahora parece que le toca el turno a Afganistán: geólogos usáticos han descubierto ingentes yacimientos de minerales sin explotar por un valor de casi un billón de dólares en Afganistán, incluyendo vastas reservas de cobre, litio, hierro, oro, niobio y cobalto. Ahora busque y aprenda, por ejemplo, para qué se utiliza el niobio y el litio.

Ahí lo tenéis, el país de los afganos, que pese a que casi todas estas cosas se conocían a final de los años 70, en 1995, este país que es un poquito más extenso que el nuestro, ocupó el puesto 192º entre los 192 en el ranking de países según el consumo de calorías de su población. Miles de personas carecen de alimentos, vivienda y asistencia sanitaria. La guerra diezma las tribus, que suelen emigrar a la vecina Pakistán.

Para mejor pasar estos «viajes», deberemos entender que -para algunos- una buena evasión opiácea es la mejor lucha contra una mala invasión.

Goyo
14-jun-10