Constantino

 

 

 

Según los libros, el Priorato de Sión cree que el emperador Flavio Valerio Aurelio Constantino (272-347) y sus seguidores masculinos fueron capaces de influir en la sociedad del imperio romano para que se dejara a un lado el paganismo matriarcal y se aferrase al cristianismo patriarcal. Aquel paganismo no ero sino la religión de los que vivían en los pagos –en los campos- y adoraban de manera natural a las estrellas, a la Luna, a las flores y a la nubes que van a por agua. Ello exigió también numerosos cambios y supresiones de las sagradas escrituras que fueron manipuladas por los seguidores de Constantino en los sucesivos concilios con el fin de obtener una “Biblia” que los beneficiara y se adaptara al dominio político y económico que tanto buscaban. Este emperador entra en la historia como el inventor de la religión católica que controla a todos.

Aunque en el Edicto de Milán se establece el reconocimiento oficial de los cristianos y se declara que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hechos posteriores demuestran que no tanta fue la tolerancia. Por ejemplo, en su antisemistismo, aquel emperador se empecinó y logró sustituir la festividad del sábado por el domingo; y en sus adentros familiares, se sabe que hizo matar a su esposa Fausta y a su hijo Crispo.

Así, Judaísmo, Mahometanismo y Cristianismo vuelven a tener como raíz principal y pivotante los principios de una religión monoteísta que todo lo domina y rige y que, sigue manteniendo como esencia la relegación de la mujer en los oficios elevados: las mujeres estarán ausentes en los templos de aquel mundo de civilizaciones clásicas. No había sacerdotisas cristianas, ni clérigas árabes, ni rabinas judías. La cosa espiritual sigue sin romperse.

Indicios de duda aparecen en nuestros días; la insurrección proclamada el 8M18 creo que instalará suficiente peso de liberación de los oficios relegados: las mujeres escalarán funciones y compromisos con independencia de lo que manifiesten los popes espirituales, ya sea desde la silla episcopal de Bilbao ya desde la de Mérida. Pero es más necesario que otras sedes, sillas y sillones también se paganicen, por lo que mis dudas seguirán flotando algún tiempo.

​Goyo

12-mar-18