Los pájaros

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Ya escribí una vez que en 1979, mi pueblo tenía 76 árboles en las vías públicas del casco urbano; pero los sucesivos gobiernos habidos desde aquella época han ido aumentando el capital forestal urbano hasta sobrepasar en nuestros días la cantidad de los dos mil quinientos ejemplares. También gracias al tesón de la persona resposable de los jardines y a los muchos vecinos y vecinas que aún siguen valorando esta obra como ejemplar: tocamos a más de un árbol urbano por familia. El gobierno actual sigue practicando su feliz iniciativa de sembrar un nuevo árbol por cada niño o niña que nace, cosa que en resumidas cuentas parece acercarnos mucho a la querencia del árbol, como si fuese ya algo de familia, nuestro avatar.

Resulta que parece que a los pájaros les ha ido pareciendo igual de bien y, a medida que crecía el bosque en el paseo, en las plazas o en las zonas verdes, ha ido creciendo el número de pájaros -fundamentalmente estorninos- que los utilizan para dormir. Es muy digno de curiosear cómo se organizan, todas las tardes, miles de estorninos desde los altos cables de las líneas de alta tensión que recorren los páramos secos y desarbolados de los alrededores rústicos. Estos campos nuestros están sembrados de establos e instalaciones ganaderas que siguen haciendo famoso el quehacer industrioso de Casar de Cáceres. Al caer la noche, todo el largo y ancho Paseo de Extremadura se orquesta del sonido especial del ajetreo de tordos, y los suelos comienzan a maldecorarse con los excrementos de tanto pájaro que presenta incontinencia. El resultado es que los suelos recién barridos diariamente por la mañana se deslucen por las tardes, alguna caquita reciben los paseantes, y los dueños de los coches se acuerdan del alcalde por consentir tanto ave sin dodotis.

Los remedios, muy variados, desde hace siete u ochos años se han ensayado y llevado a efecto. Desde el momento en que se comenzó a percibir el problema como asunto de relevancia que afecta a la salubridad y al buen decoro de los espacios públicos, se han repetido y cambiado según los consejos y experiencias diversas.

El resultado es que no han sido todo lo eficaces que quisiéramos; quizá porque lo mismo hubiese convenido no sembrar ningún árbol y así no hubiese habido moradores incómodos.

El último de los intentos, parece que en algo reduce la sobrepoblación de estorninos: utilizar escopetas de caza, por la noche, con la debida justificación y autorización, tampoco sirve de gran cosa; no obstante tras una semana de tiroteo, suele venir una quincena de soportable población de pájaros.

Yo he escuchado comentarios de todo tipo a tenor de cómo solventar el problema, pero no me atrevo a enriquecer el corolario de sandeces con el que se decora la Sociedad Zoológica de Extremadura.

Denuncian la matanza de pájaros en las calles de Casar de Cáceres” es el titular, elaborado por el equipo de la redacción del periódico; muestra quizá que el grueso profesional se encuentra vacacionado y, ha llegado un artisto con ropa verde oliva o similar, con alguna sigla decorada en la gorra visera y con un anuncio de intención de denuncia y con ganas de dar el notición ecologeta del verano: “matanza de pájaros en las calles”.

Eso sí el final es apoteósico por las soluciones que proponen: la tal Sociedad Zoológica de Extremadura nos van a facilitar el nombre de alguna empresa dedicada “a desplazar a las aves”…, porque eso de ponerle redes a todos y cada uno de los dos mil quinientos árboles, me parece a mí, un poquito engorroso y antipajarero. La gente, teniendo dónde bien comer y dónde bien dormir no suele tener apetencia de mudanza.

Los comentarios vecinales son vívidos y sabrosones pero lo que me extrañaría poco, es que este asunto hubiese sido elevado a las alturas noticiosas por los mismos interesados (“los vecinos que lo han denunciado”) en focalizar el problema de las cacas de los pájaros sobre la persona del alcalde; en algo debe notarse la proximidad esa que viene. Ya saben por tanto, cual es principal problema que nos afecta. Quizá haya que sembrar al lado de los establos, dos árboles por cada animal que albergue… y esperar otros treinta años.

Goyo
23-ago-10

El comentario como categoría

Los comentarios enriquecen, aunque este blog siga siendo escaso en ellos si lo comparamos con cualquiera de mi cuadrilla de Las Ideas. Algunos comentarios superan con agilidad la simple coincidencia, el llano agasajo o la peligrosa admiración. Tal es el caso de Aída, una mexicana que, como muchos otros ciudadanos de Ciudad Juárez (México), se juegan la vida tan sólo por opinar.

Aída me plasma este comentario que reproduzco a continuación:

En primer lugar te envío un cordial saludo desde Chihuahua, Chih. México.
He estado visitando y conociendo los blogs que participan en los Premios 20 blogs. Sin duda tendrás más lectores, pero te deseo mucha suerte y muchos votos para tu blog; aprovecho para invitarte a visitar mi blog que fue creado con la intención de publicar mis artículos semanales de opinión que frecuentemente son censurados por muchos medios de comunicación que son controlados por el gobierno del Estado.
Tristemente Chihuahua se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo por la ola de violencia generada por el crimen organizado; el periodismo también se ha convertido en uno de los oficios más peligrosos.
Te invito a que conozcas mi blog que participa en la categoría Actualidad.
http://lablogoteca.20minutos.es/laecita-blog-mi-derecho-a-la-libre-expresion-18859/

Esta periodista participa en este juego limpio y diverso de «La Blogoteca«. Pido para ella los mejores ánimos.

Si alguien piensa votarme, le sugiero que derive sus intenciones al oficio de Aída Holguín.
CiudadJuárez

Ciudad Juárez al atardecer (Wikimedia)

Goyo
13-ago-10

Hablemos de los rojos.

ChichenItza

Una noticia encendida en rojo provoca de nuevo la fragilidad de nuestras creencias y de nuestras convicciones: una estatua de la figura de Hernán Cortés, la que se halla en Medellín (Badajoz), ha sido avergonzada con pintura roja; eso al menos proclaman los autores anónimos -al parecer mexicanos- explicando el acto como repulsa a la ofensa que para su memoria, su historia y su cultura provoca el monumento.

Otros anónimos también se han lanzado al ruedo de los comentarios, sin necesidad de folletos, sino ejerciendo el cada vez más asqueado ejercicio de libertad de opinión a través de la expresión de opiniones que algunos medios permiten «on line«; sea el caso del Mundo, sea el caso del periódico Extremadura, sean las diferentes visiones que se percibirán allá del charco. Personalmente, estimo que el título «Hernán Cortés bañado en sangre» me parece imperfecto y azuzador. La riqueza humana -y la pobreza- expresada a través de estas opiniones merecen una atención delicada y respetuosa. Yo sigo teniendo mis serias dudas del pasado del presente y del futuro.

Es la guerra, es la opción distante y distinta a lo pacífico. En mi pueblo hay una figura venerada que, subida a un caballo, ostenta una espada en la mano. A la vez, el caballo participa en el mensaje y pisa queriendo la cabeza de un moro. Yo entiendo el sentimiento del marroquí. Es la guerra. La paz, no está entonces en manos de los santos.

A mí no me gustaría que una estatua dispusiese al señor Busch, disfrazado de militar, mostrando bajo su bota la cabeza de un afgano; creo que habrá españoles a los que no le importaría la figura, incluso que al lado del presidente coloquen a otro amigo. Me asustan las medallas militares, siempre me recuerdan a la muerte.

También se puede uno entretener a releer el post de Ignacio Escolar (Santiago, tú si puedes) y sus comentarios, para aprender lo pobrecitos que somos en la paz, en las creencias y en las aspiraciones.

Yo, que hice la mili, adquirí el preconcepto de que muchas medallas militares -como muchos pedestales de muchas estatuas- exigen a veces muertes, violaciones y desprecio para las creencias íntimas del derrotado.

Yo, por si acaso, hasta pido perdón por mis opiniones.

Goyo
12-ago-10

Quino

Quino

El uno de agosto comienza con la muerte de Quino. Perro amigo nuestro, rebelde como cariñoso y desobediente como incansable lamedueños. Un coche violentado tuvo que golpearlo y arrastrarlo para que no sintiera nada en la ida.

David estuvo casi presente. Angelita recibió su segundo maltrato que le recordó la ida de Estrellita, también en agosto del año pasado. Luis no acaba de entenderlo. Ya he escondido su caseta. Ya lo he enterrado. No quiero hablar más, ni pensar menos.

¿Por qué no se habla de la muerte en las escuelas?

Goyo
01-ago-10