Aceituneros y aceiteros.

Embudosostenible

José Antonio Rodríguez Salas es Alcalde del pueblo de Jun. José Antonio es un forofo de la comunicación inmediata lo que a su vez lo convierte en forofo de que sus vecinos adquieran la misma disposición. Para adentrarse en lo que se puede hacer, hay que dedicar un buen rato contemplando la diversidad informativa y de participación que ofrece la web de ese pueblo.

El mes de julio comienza para los vecinos de Jun con un regalo que le hace su alcalde: se trata de un embudo de color naranja con paso de rosca adaptado a cualquier botella de plástico y así se facilita en extremo que el aceite no se derrame en el trasvase.(A mí no me gusta que ese invento se llame «sostenible»)

La foto la he tomado del blog de José Antonio, donde se anuncia además que un litro de aceite puede contaminar 10 millones de litros de agua. Por el contexto informativo entendemos que se trata de aceite doméstico que ya declaramos no adecuado para las frituras porque se ha recalentado en exceso.

El aceite vegetal, incluso el que procede de las aceitunas, pierde muchas de sus propiedades tras ser sometido a altas temperaturas; se degenera más cuantas más veces y más calores recibe y en verdad pasa a ser un casi veneno lo que es puro zumo saludable.

De ahí, hasta afirmar que con un litro de aceite doméstico «refrito» se contaminen diez mil metros cúbicos de agua, supone lo mismo que decir que con ese litro de aceite refrito, se invalida el agua que transportasen mil camiones cargados, cada uno, con 10.000 litros de agua. O sea, una fila de camiones-cisterna dispuesta y saliente desde Jun hasta atravesar toda la ciudad de Granada.

Yo creo que hay que repasar las cuentas, los conceptos y los consejos; porque todos los quebrantos y buenas intenciones que pregonamos en favor del Medio Ambiente, podemos contaminarlo de incredulidad con tan solo un litro de imprecisión.

Goyo
01-jul-10
Una banderita para todas y todos los junenses

Bande

Mil caracteres.

Toronto

Nihil sub sole novum, que es la forma anciana y venerada de decir «No hay nada nuevo bajo el sol» (Eclesiastés, 1.9), es una verdad corrosiva. Otra verdad que disfruta de la misma potencia la seguimos tomando en herencia de Heráclito «El Oscuro»: «Todo fluye y nada permanece«.

Y otra de las frases de nuestro sistema cognoscitivo quizá proceda del chino; La frase de un proverbio que decía: “el significado de una imagen puede expresar diez mil palabras”, lo que implicaría entonces que lo gráfico no se superpone a lo textual, sino que los hace convivir en armonía.

Ignoro si para rabia contenida de los espartanos y bajo el sol griego, los atenienses se besaban frente a aquellos antidisturbios. Tampoco sé si la batalla de Siracusa tuvo como antecedente las deficiencias mercantiles con los persas. No importa.

Dan ganas de besar,… ganas de pararse y que todo lo de alrededor sea mierda y se incendie.

En eso estoy, aunque solo sea con mil caracteres; contadlos por si lo he conseguido.

Fin.

Goyo
29-jun-10

Memoria histórica de una muela

Sacamuelas

Lo de moler es cosa de cuando media, mediana y moda andan cerca unas de otras. Eso es como cosa de gente joven que hasta se come al mundo. Los pequeñajos tienen la dentición lechera y los viejetes la tienen adaptada al yogourt; así los extremos siguen acariciándose.

El caso es que un comentario en el Twitter me ha despertado la memoria que fecundó mi horror hacia el dentista moderno.

Yo creo que la Ciencia tiene dos gravísimos frenos prediseñados: uno es que no se atreve a definir la ruta del estudio para eliminar de la especie humana la aparición de la caries en las piezas dentales y el otro, es que no acaba de inclinarse hacia la investigación primaria y profunda sobre el Magnetismo como fuente energética (de esto último escribiré otro día).

Mi caso comenzó hace ya muchos años pero ya digo que lo he recuperado: he vuelto a detectar el origen de mi aversión hacia el metal inoxidable que toca mis dientes, la potente luz que alumbra mi boca y la inexplicable dejación que ofrecemos los humanos ante la presencia de un dentista; para colmo, él de pie y nosotros tumbados en un sillón.

Pues era entonces verano seco y los aires estaban sin acondicionar y la sala de espera no tenía ni botijo. Y la enfermera dice de carrerilla el nombre de seis; el mío fue el quinto. Así que fuimos pasando uno a uno para que en el primer viaje nos inyectase el galeno la anestesia. Como cosa pronta, al primero le volvió a tocar el sillón casi de inmediato ya que en pinchar la zona donde iba a ser extraída la pieza no costaba mucho tiempo.

Calculo yo que, por los gritos, la anestesia estaba lenta y el pobre hombre anunció claramente la debida predisposición de los cinco que quedábamos en espera de cosa cierta.

El segundo fue un ejercicio silencioso, lo que quizá pudo recomponer los ánimos que fueron aumentados cuando el tercero tardó poco, no hubo gritos y salió derecho. Al cuarto debió pasarle algo imprevisto porque los dos que quedábamos y la próxima tanda de seis que ya se había completado, miraban los relojes comprobando que funcionaban pero que el tiempo se habría refugiado entre el dentista y la víctima que comenzaba a última hora a dar alaridos.

Cuando me tocó el turno sentí que no estaba la cosa para tocar nada; la muela seguía en su sitio y el dolor había de nuevo aparecido quizá por culpa del cuarto. Total que cuando quise darme cuenta, me maravillaba yo de la maestría del sacamuelas haciéndome preguntas como para sustituir la ausencia de lidocaína. Ya sabéis lo mal que pronunciamos entre dedos y alicates. Esta es una técnica universal pero que no está contemplada en la DUDH: el dentista hace preguntas sin son ni ton que el paciente trata de responder con ton y son.

Creo sinceramente que aquella extracción fue noblemente ejecutada con todos los nervios a flor y despiertos, con preguntas al aire y respuestas inaudibles.

Como ya no preguntaba aquel dentista cosa interesante, con dudosa pronunciación por llena la boca de sangre calentita, salí de la sala de tortura mayuscando groseramente: «cashrnicsero».

Comprenderá ahora mi dentista cómo y tanto sudo en el sillón, cómo y tantas veces me dice: relájate, hombre

Goyo
29-jun-10

Brevíssimo mundial

Laperladelmercader

La Fifa, prohíbe las repeticiones de jugadas polémicas en las pantallas de los estadios; el organismo asegura que la medida responde a razones de seguridad.

Por las mismas polémicas razones de seguridad, el Dios Mercado ha decidido prohibir la alegría del bienestar entre los infieles: nadie cree ya en los árbitros.

Goyo
28-jun-10

Frases del pollo con gancho.

Desplumados

.

Algunas de las frases que me sugiere esta extraordinaria foto tomada de la Wikipedia Commons.

No sé para que sirven las agallas si no estamos dotados de branquias.

Tampoco sé para qué sirve tanto pico si después es cosa que no se come.

Hablar desposeído de ropajes, te convierte en Diógenes tonelero.

Las leyes del «Mercado» son éstas: la abundancia se derrocha, la escasez es ya privilegio.

Basta con limpiar lo muerto, para obtener buen precio.

La crisis despluma para demostrar que eso del mercado es cosa de la Derecha.

A la Izquierda se la calla pasándola por el mercado. Puede hasta congelarse.

(Usted,… ¿es comprador, vendedor, o mercancía?)

Goyo
23-jun-10
El día más corto del año.

Grifos, mitos y magia del agua.

Se maravilla el señor explicando cómo de mágico le parece el hecho cotidiano –muchas veces inadvertido- de pellizcar, empujar o manipular el fin de una tubería que acaba en otro artilugio que se llama grifo, y que de allí sale agua. Y entonces pienso que ninguno de los que conozco se parece al animal mitológico de la cultura griega: cabeza de águila y cuerpo de león. Como veis, yo comienzo con una impresión y acabo con una derivada; pero casi siempre es la duda la que primero se presenta.

Volvamos a nuestra cultura, esa que nos empuja al 2016. El canal televisivo extremeño muestra un reportaje informativo sobre el consumo de agua en la ciudad de Cáceres. Fue el pasado miércoles.

GrifodeRostock

Pues una señora, sentada en las tuberías que succionan agua del Río Almonte para enviarla al pantano del Río Guadiloba, nos explica que es esa la conducción que nos garantiza el consumo diario de agua de nuestra ciudad de cien mil habitantes; nos dice que los motores que impulsan el agua, trabajan las 24 horas y que en total bombean 36.000 m3 diarios y que sólo descansan cuando el periodo de lluvias es bondadoso o cuando deba hacerse alguna compostura. Luego nos explican lo del ozono y lo del cloro (quizá por lo del color violeta, no dicen nada del permanganato potásico) y de cómo se garantiza la salubridad del agua que yo bebo. Después salen unos señores que se visten de blanco, como doctores de antaño, y que husmean por el entramado de los 300 kilómetros que suma la red de alcantarillas de la ciudad. (La alcantarilla dispuesta a lo largo llegaría a Madrid; Madrid lo hace a vista abierta a través del Tajo).

Y luego el mismo señor que enfatiza el milagro del agua domesticada, nos explica que de la red de alcantarillado se recoge en la Estación Depuradora de Aguas Residuales. Naturalmente, facilita los datos que a diario controla: nos dice que se recogen veinte millones de litros de aguas residuales al día.

¿Veis…? Ya me salió la duda: si se bombean diariamente 36.000 m3 para el consumo de agua y diariamente se recogen 20.000 m3 de aguas residuales, ¿dónde se meten –diariamente- 16 millones de litros de agua?

Goyo
21-jun-10

Nota aclaratoria. Según estudiosos expertos y sabios universitarios, un espécimen de ser humano se basta con 1,8 litros de agua al día para subsistir.
Bande

La ruleta yanqui

Fusilament

A uno de los cinco fusileros le otorgan un rifle del calibre 30 (que debe hacer un daño de la hostia) pero está cargado con cartuchos de fogueo; a los otros cuatro los dotan de otros sendos rifles cargados debidamente con cartuchos de fuego real y proyectil debido. Para que ninguno de los cinco del pelotón de los fusileros tienda al error, al preso Ronnie Lee Gardner lo decoran (o con-decoran?) con una diana sobre el pecho, lo sujetan a una silla metálica sin electrificar y le salvaguardian los costados con sacos repletos de arena, que será en prevención de cualquiera otra inundación …y más detalles de cristales blindados y tintados, para que el personal observador no sufra esquirlas de ningún tipo.

No sabía yo que la «guerra fría» había diseñado así la alternativa de la ruleta rusa, que tiene cinco huecos y un solo fusilero.

Ahora me voy a dedicar a rebuscar en las llamadas «culturas primitivas» las formas cruentas para solventar las crisis sociales.

Goyo
18-jun-10

Tía Zopa

Tía Zopa

Hay luces que falsean la quietud. Detrás de tía Zopa está la puerta con tablas en crisis, así que no hace falta preguntarle al chozo dónde está el guarda. El estar de la abuela es fabricado, hay una especie de áurea que informa que la mujer estuvo solo así para que la foto pudiera salir; sólo para la instantánea que después la hizo levantarse como un resorte al que se le ha quitado la traba.

La foto entonces es la traba, el motivo ajeno y extraordinario que aparenta lo que no existe.

Ha sido la silla. La silla es la chivata de la historia estática de la foto de la tía Zopa; la silla guarda más certeza que el Carbono catorce. La silla se colocó para el artificio. Una mujer escasa en sillas no derrenga las patas delanteras por las prisas. La silla no está rota, simplemente desvencijada por el stress. Los palos verticales se dispusieron divergentes y torpes de visita.

No así las alpargatas, asentadas en lo llano, dispuestas a seguir otros sitios distintos al reposo. Fíjate bien que los pies no está descansando, se preparan a su espíritu activo.

El regazo vacío de pura luz, las manos agarradas para quietas y la mirada posible de una especie de cíclope lateral que sabe estar en las esencias.

Y luego, la piedra; la negra pizarra pegada con gravedad gravitacional, con ese diseño hurdano que se repite en Cuzco o en las montañas de Nepal. Cada rincón embellece un laberinto, cada piedra acumula un recuerdo, cada hueco muestra un aliento.

¿Veis por qué el negro es elegante?

Era la bisabuela de un compañero, sigue siéndolo.

Goyo
17-jun-10
Dedicado a Esteban Hernández Ruiz.

Cambio o dificultad.

SubprimeCrisis

Son los momentos los que aprietan; es decir, no es una presión constante sino una constancia de dolores aislados. No duele en ningún sitio concreto, pero todos los lugares se quejan. No es una noticia de efectos contables sino rumores que desalientan.

No hay ánimo para rechazar confusiones.

Nos alimentamos ahora de impresiones que se quedan como experiencias sin que existan hechos constatables.

Aprecio gentes preocupadas por su futura capacidad de cambiar su trabajo por dinero; aunque la vea ahora empujando un carrito repleto de productos del «súper-mercado«. El «mercado«, ese sitio deslocalizado donde se trueca esfuerzo, sudor y sabiduría por dinero, también cambia y es dificultoso. Se lamenta ese pequeño empresario con su gran coche. Se derrumba aquel autónomo. Mengano dicen que lleva tres meses de «baja». Las inspecciones laborales aumentan, también las denuncias. La economía sumergida mantiene a flote el enredo y engaño social. El Presidente del Gobierno está más delgado. El señor de la oposición engorda y acumula grasas de santo Job.

Son momentos de cambio o dificultad, dice el «libro gordo» de María Moliner; el Diccionario de uso del español. Y el adjetivo que nuestro idioma dispone para las personas afectadas por esos cambios y esas dificultades es críticos, o críticas. Las personas que de un modo u otro estamos afectadas por la crisis debemos denominarnos críticos, en el significado de que estamos en el crítico momento. No nos conviene solamente el significado de «crítico» como persona que ejecuta la acción de juzgar, que es juiciosa, resuelta, decidida. Lo que más nos conviene saber es que este es el momento, o punto de una situación tal que de lo que se haga u ocurra en él depende el éxito o el fracaso.

Ya no solo afectan los hechos evidentes, sino que las ideas, las murmuraciones y las opiniones; que se traducen en efectos más poderosos que pudieran fabricar otros hechos evidentes.

Las nociones que precipitan hechos y sensaciones como si de hechos proviniesen las puede hacer cualquier grupo o individuo con cierto poder de expansión de un criterio. El que se produjo ayer, desde un periódico alemán, puede servir de ejemplo preclaro de cómo se puede atacar al mismo tren europeo desde la misma locomotora. Quizá hurgando ya no hay locomotora.

Ya estamos en el momento culminante, preciso, decisivo y supremo,… y es el oportuno: aprendamos a ser críticos en el pensar y en el juzgar.

Sea usted libre al viejo estilo.

Goyo
16-jun-10